Es una realidad que la mayor parte de los macizos principales pirenaicos se encuentran en la vertiente española (Posets, Perdido, Aneto...) como consecuencia del mayor desarrollo meridional que presenta el plegamiento pirenaico. Sin embargo la vertiente septentrional también tiene sus pequeñas perlas y el Midi d'Ossau es una de ellas. No es una apreciación subjetiva decir que es uno de los picos más bonitos del Pirineo, y todo el que lo ha contemplado desde el Portalet o desde Astún sucumbe ante el encanto del desafiante perfil que le confiere su origen volcánico.
El itinerario clásico presenta tres chimeneas de II y III grado que en ascenso no deparan grandes dificultades pero que en descenso, si no se tiene la soltura y experiencia suficiente, pueden requerir rapelar o ser descendidos por el guía. Será necesario por tanto llevar arnés, casco, mosquetón de seguridad y una cinta plana cosida (1 metro aproximadamente). Adicionalmente, los que tengan experiencia en rapelar, deberán llevar un descensor y prusik de seguridad. Las personas sin experiencia en la técnica de rápel serán descendidas por el guía.
Viaje a Escarrilla (465 km) en el Valle del Tena, donde nos alojaremos en hotel. Durante el trayecto haremos una parada para cenar (cena no incluida).
Exigente itinerario para el que habremos de madrugar todo lo posible. Partiremos del Portalet en busca de la cima de este pitón volcánico por las famosas chimeneas de su ruta normal normal. Una ascensión de prestigio, indispensable en el currículum de todo montañero.
La experiencia nos dice que debido a la exigencia de la ascensión al Midi es aconsejable que al día siguiente no forcemos nuestros fatigados cuerpos y nos limitemos a hacer una pequeña ruta. Saliendo de Escarrilla alcanzaremos la cascada de El Saldo, un recorrido sencillo y muy agradable perfecto para esta ocasión.
Tras la ruta y el almuerzo emprenderemos el viaje de regreso.