Comenzamos en el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Monfragüe, cogiendo la senda que nos guía paralelamente a la carretera. Dicha senda transcurre por las cercanías del Río Tajo y en su primer tramo destacan los bellos parajes que nos deja el Parque Nacional. Pronto llegamos al Puente del Cardenal, que se encuentra sumergido debido al caudal del Río Tajo, por lo que cruzaremos por el siguiente puente: el Puente del Francés, denominado así por el fallecimiento de un francés intentando salvar un ave de grandes dimensiones. Ya en la otra orilla del río, después de degustar el agua que emana la Fuente del Francés, giramos a la izquierda por una pista ancha que nos deja en una antigua casa de camineros. En este punto, cogemos la senda, que en moderado ascenso, nos deja en el Mirador de la Umbría. Una senda que transcurre sombría, entre bosque y vegetación, pero que agradecemos debido al intenso calor de la jornada. Abandonamos el mirador y descendemos hasta casi el Puente del Francés.
Una vez de regreso a las cercanías del Puente del Francés, cogemos la senda que nos llevará hasta el Castillo de Monfragüe, en ascenso continuo. Una vez arriba, tiempo para sacar los prismáticos y disfrutar de una de las atracciones del Parque Nacional de Monfragüe: el avistamiento de aves. Logramos diferenciar buitres leonados, buitres negros y águilas imperiales ibércias, aunque también nos consta que se pueden ver cigüeñas negras y alimoches. Muchas de estas aves se encuentran en grave peligro de extinción.
Después de disfrutar de la libertad y el vuelo de estas aves, abandonamos el castillo y nos dirigimos hacia el sur, descendiendo hasta el mirador del Salto del Gitano, lugar donde también podemos divisar el comportamiento de las aves antes mencionadas.
Ya sólo nos queda regresar al Puente del Francés, a través de la senda que nos lleva a orillas del Río Tajo, una senda bonita y, a veces, sombría, con encanto, que nos dirige de nuevo a la senda inicial. El regreso, por el mismo lugar que los primeros momentos de la ruta nos da la opción de visitar el Huerto del Ojaranzo, un paseo circular de 500 metros que nos muestra las características del almez, un árbol típico de la zona. Sin lugar a dudas la más completa y bonita de las rutas de senderismo que se pueden hacer en el Parque Nacional de Monfragüe.
Preciosa ruta que transcurre en gran parte por bosque de ribera para llegar a la cima del Cerro Gimio, desde donde disfrutaremos de unas maravillosas vistas del Parque Nacional de Monfragüe.
La ruta comienza en el mismo pueblo de Villarreal de San Carlos desde donde seguiremos una bella senda que por la umbría del bosque nos llevará tras una corta y moderada subida al Cerro Gimio, donde encontraremos los restos de una atalaya romana del periodo republicano y un observatorio de aves, donde siguiendo las explicaciones del cartel, en época de cría, podemos observar un nido de Buitre Negro y disfrutar de las maravillosas vistas del Parque. Continuamos la senda y al poco llegamos al puente de piedra que no hay que cruzar, se trata del Puente de Piedra, elemental y rudimentario, es muy representativo de unas construcciones que antaño fueron vitales para salvar las invernadas; constituye una reliquia que rezuma sabor tradicional. En este tramo hay numerosas pasarelas de madera que facilitan el paseo por el río Malvecino, un lugar fresco y agradable en que encontramos algunos ejemplares sobresalientes de fresno, madroñera y cornicabra, seguimos las indicaciones y siguiendo las marcas tomamos un sendero que se adentra en un precioso y fresco bosque de ribera, donde enseguida encontramos un área de descanso y la fuente del Malvecino. Terminamos por una pista forestal empedrada en suave ascenso que nos llevará de nuevo al Centro de interpretación ya en Villarreal de San Carlos