Desde el aparcamiento de San Adrián pasando por el collado de Beunda, rodearemos el monte Añabaso y alcanzaremos la ermita de San Adrián. Atravesaremos el túnel y alcanzaremos los llanos de Lizarrate, aquí dejaremos atrás los hayedos para ascender por la loma despejada hasta lo alto de la Peña, el porte del monte en inmenso y su cima amplia, una vez hayamos disfrutado de ella, descenderemos al collado de su ladera Oeste y retomar por hayedo el camino de vuelta al collado de Beunda y al Alto de San Adrián.
La ruta parte desde el emblemático Santuario de Nª Sª de Arantzazu, patrona de Guipúzkoa; el delicioso ascenso entre hayedos dará paso a campas alpinas que nos permitirán divisar la cresta rocosa del Aitxuri y Aketegui, que con sus más de 1.500 m. de altitud se alzan como las mayores alturas del País Vasco; a ellas ascenderemos sin problemas, siguiendo la senda que trepa bajo los cortados rocosos; las formidables vistas sobre el valle de Oñati, entre otros razones, justifican sobradamente el ascenso. Tras el deleite de la cima, descenderemos de nuevo hacia las campas de Urbia donde se encuentra un refugio en el que es posible comer y degustar algunos de los productos más famosos de la zona a la vez que escuchar música tradicional. Tras el descanso regresaremos hasta el Monasterio de Arantzazu, si el tiempo acompaña por el Barranco de Urkullu, sino por el hayedo Erroitegi, completando así una magnífica ruta circular.
Este monte es uno de los míticos de Guipúzcoa, donde se acumulan multitud de cruces y aros en recuerdo de diferentes promesas y peticiones. Hasta él se llega fácilmente desde el collado de Iturriotz, junto a la venta donde supuestamente descansó san Ignacio de Loyola. Al llegar al collado de Zelatun, el Hernio muestra su más fiero aspecto, a modo de gran casquete rocoso, que sin embargo nos permitirá acceder a la cumbre mediante fáciles trepadas. Desde su cima se divisa un panorama impresionante hacia el norte. Descenso por el mismo itinerario.