El Ariège es un departamento de la región de Occitania que toma su nombre del río Ariège, afluente del Garona, el río que recoge la mayor parte de las aguas pirenaicas de la vertiente francesa. Su clima, aunque de carácter oceánico, que se hace notar en sus verdes prados, valles con densos hayedos y un generoso régimen de lluvias, presenta ya rasgos mediterráneos en el piedemonte de su parte más oriental.
La penetración de los aires mediterráneos es más notoria en el plano cultural, pues la presencia cátara se hace patente en un gran número de vestigios históricos. Si bien la mayoría de ellos se encuentran en el piedemonte (Montsegur, etc) y no son el objetivo de este viaje, nos alojaremos a pocos kilómetros de Foix y su precioso castillo, un precioso enclave muy ligado a la historia del catarismo, y también de la gruta de Lombrives, la llamada Catedral de los Cátaros, pues se cree que les sirvió de refugio, como tantas otras grutas de los Pirineos ariejanos, en los tiempos en que fueron perseguidos.
Es precisamente éste un aspecto, la abundancia de cuevas, otra característica del Ariège. Tiene que nada menos que seis grutas visitables, entre las que destaca la impresionante cueva de Niaux y sus pinturas del período Magdaleniense, y la ya citada de Lombrives, que pasa por ser la mayor de Europa y que podremos visitar el último día.
Los Pirineos del Ariège son probablemente los menos conocidos en España, circunstancia lógica en cierto modo por la mayor lejanía (salvo para los catalanes) y porque sus cimas no están entre las más altas, pero totalmente injusta en cuanto a su valor e interés. Hablamos de escondidos valles situados en la vertiente francesa de la frontera con Andorra y el Valle de Arán, muy poco transitados, y que sin embargo atesoran bosques, cascadas y lagos glaciares con un encanto especial. Valles pastoriles, siempre verdes, de comarcas como el Couserans y altivos macizos como el Montcalm o el Mont Valier serán el escenario de una rutas que harán las delicias que quienes gustan de aquéllos tesoros aún por descubrir.
Viaje a Ax les Thermes, la animada población blanearia capital del Alto Ariège. A las afueras de la población inicaremos una sencilla y placentera ruta que se adentra en el precioso Valle de Orlu, una reserva de vida silvestre de gran interés científico y paisajístico. En función del tiempo disponible, y de las ganas de cada cual, finalizaremos la ruta en Orlu o en las Forgues d'Orlu.
El antiguo condado de Couserans ocupa la parte más occidental del Ariège y hace frontera con el valle de Arán en España. Dentro del él, la población balnearia de Aulus les Bains, es uno de los lugares más interesantes para hacer rutas, y entre ellas destacan las de la Cascada de l'Ars y el Lago de Gouzet, rodeado de un precioso bosque mixto.
Situado en la parte más oriental del Ariège, el plató de Donezan se encara al mediterráneo limitando con el Capcir. Quérigut es la capital de este cantón esencialmente forestal, con bellos bosques de Pino Negro y donde destaca la presencia de numerosos lagos, con el Roc Blanc de fondo como punto culminante. Estos elementos, que recuerdan los paisajes canadienses, le han valido al Donezan el sobrenombre del "Quebec ariègois".
Volvemos al Couserans para acercarnos al valle de Bethmale, uno de los más afamados del Ariège, principalmente por el lago del mismo nombre, que ofrece al visitante un delicado paisaje de reminiscencias japonesas. Este precioso lago, al que se llega en vehículo, será el final de nuestras rutas, que partiendo del Col de la Core, nos llevarán a dos maravillosos lagos de alta montaña, el de Eychelle y el de Ayes.
A escasos kilómetros de Tarascon, el Pic de Trois Seigneurs es una montaña de altitud media (2.200 m) alejada del cordal principal, lo que la convierte en un excelente mirador de toda la cadena. El orígen de su nombre proviene de una leyenda que dice que los señores de los valles de Massat, Vicdesos y Rabat se reunieron en su cima para tratar los derechos de los territorios que administraban.
Su acceso más sencillo es por el mítico Port de Lers, pero sin duda su vertiente más interesante es la norte hacia el valle de La Courbière, más abrupta y cubierta de un denso hayedo, donde también descubriremos el precioso otro Étang Bleu acompañado de otros lagos menores.
Por la tarde nos acercaremos a Foix para visitar su centro medieval y el imponente castillo que originó este estratégico enclave. Opcionalmente se podrá visitar el interior del castillo y su museo.
El plan para el último día nos permitirá elegir entre hacer la última ruta o visitar la famosa Gruta de Lombrives, la llamada "Catedral de los Cátaros" y que pasa por ser la más grande de Europa. La visita guiada dura unas dos horas (12 €, no incluido), mientras que la ruta parte del mismo aparcamiento de la Gruta y asciende al Clot de la Carbonière, una modesta cima que sin embargo ofrece una maravillosa vista sobre Tarascon y todo el valle del Ariège.
Tras la visita o ruta, hacia las 12 iniciaremos el viaje de regreso.