Valle de Ordesa

La perla del Pirineo aragonés

Senderismo
Senderismo

Exigencia física

Baja / Media

Épocas recomendadas

Todas menos invierno

Rango de duración

4 días

Próximas fechas

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El otoño asciende por los farallones de Ordesa Jesús Alenda
Villa de Torla Guillén Pérez
Rincones de Torla
Sabor medieval en los comercios de Torla
Tonalidad multicolor en la fronda de Ordesa Santi
Hacia el hogar de las Tres Sorores David Vázquez
El río Arazas pintado de otoño Jaecheve
Vista desde el mirador de los bucardos
Circo de Cotatuero, valle de Ordesa Queralt Boix
Gradas de Soaso Jesús Alenda
Cascada de la Cola de Caballo Miki Pons
Color de otoño en los bosques de Ordesa David Vázquez
Puente románico de San Nicolás de Bujaruelo
Valle de Otal Silvia Martín
Cascada del Estrecho, en el río Arazas
Otoño en el hayedo Jesús Alenda
Vista aérea del valle de Ordesa
Valle de Ordesa Didier Karl
Tozal del Mallo, valle de Ordesa Manel
Cascada de la Cola de Caballo, Ordesa Eloy Rodríguez
Hayedo de Ordesa
Faja de Pelay
El conjunto de las Tres Sorores desde la Faja de Pelay Guillén Pérez

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido 

Poco se puede decir de esta zona pirenaica sin caer en tópicos mil veces repetidos. El mayor macizo calcáreo de Europa Occidental fue sometido a una profunda erosión glaciar durante el cuaternario que moldeó su peculiar morfología: farallones verticales y fajas horizontales se alternan en laderas que salvan centenares de metros de altitud entre las planas cimas y el fondo de los valles. Un paisaje del que el valle de Ordesa es el mejor y mayor exponente. Descendiendo desde la base del propio Monte Perdido, forma un profundo cañón que gira casi ciento ochenta grados para unirse con el de Bujaruelo. Este paisaje se caracteriza por grandes contrastes, como la extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, y los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa cañones y barrancos.

Villa de Torla 

Enmarcada por las enormes alturas que la rodean, Torla ha sabido conservar una rica historia y un singular patrimonio. Su casco antiguo, de raíces medievales, ha llegado hasta nuestros días en un magnífico estado de conservación y guarda joyas de la arquitectura tradicional altoaragonesa. Un paseo por sus calles estrechas y empedradas es adentrarse en el más puro medievo. En su conjunto urbano destacan la torre-campanario de la iglesia y varias casas señoriales como Casa Oliván o Casa Viú, con sus grandes portones y sus típicas chimeneas espanta brujas en cada tejado de pizarra.


Programa

Viaje a Torla (465 km). Antes de alojarnos, realizaremos una excursión en las proximidades de esta localidad para ambientarnos en el paisaje alpino y apreciar la arquitectura rural pirenaica de sus pueblos. 


Hoy dedicaremos el día a caminar por el que para muchos es el rincón más bello del corazón de los Pirineos: el valle de Ordesa. Son quince kilómetros de belleza desbordada entre paredones pétreos de imponente verticalidad y circos glaciares como los de Cotatuero, Carriata y Soaso, que podremos admirar desde las dos rutas que os proponemos por este famoso valle hasta la cascada de la Cola de Caballo. 


Bujaruelo es un precioso valle despoblado del Pirineo, donde nace el río Ara, que alberga un bello bosque de ribera. En otros tiempos, Bujaruelo estuvo poblado al levantarse en su interior el Hospital de San Nicolás, construido en torno al 1150 por la Orden de los Hospitalarios y alrededor del cual hubo población permanente hasta el siglo XVIII. En la actualidad todavía pueden verse el puente románico, las ruinas de su maltrecha iglesia y del mesón-hospital, tantas veces reconstruido como destruido en el transcurso de las numerosas guerras con la vecina Francia. 


El camino de Turieto Bajo era la antigua vía de comunicación entre el pueblo de Torla y las bordas del valle o, lo que es lo mismo, el camino viejo para acceder a lo que hoy es la pradera de Ordesa. Tendremos hermosas panorámicas sobre el Tozal del Mallo y los murallones del Mondarruego, cuya silueta se recorta solemnemente sobre la entrada a Ordesa, y su estampa, como telón de fondo del pueblo de Torla, es una imagen mil veces reproducida en las postales turísticas. La ruta discurrirá paralela al cauce de los ríos Ara y Arazas, inmersos en un mundo de cascadas y frenéticos saltos de agua. Tras la excursión, emprenderemos el viaje de regreso a Madrid.