Al poco de comenzar cruzamos la bella playa de Iftene, con unas cuantas casas de pescadores. El litoral de hoy es algo menos abrupto que el de ayer. Cabos rocosos y pequeñas playas se suceden a nuestros pies; alguna casa aislada se deja ver, nunca junto al mar debido a la ausencia de fuentes; algún dromedario trabajando la tierra yerma; en definitiva, un paisaje conformado por un océano bello e infinito y una tierra agreste y dura que parece beneficiarse poco de su presencia. La pesca artesanal sustenta a algunas pocas familias, mientras que el resto subsiste con las cabras y el aceite de argán. Tras un tramo de páramo llano, encontramos los curiosos escalones que hace el terreno en la cascada de Aghnajane y que nos llevan hasta el douar de Aghnajane, situado junto al manantial de Sidi Mbark.
Partimos de la llamada Presa de los Españoles, construida en la unión de los ríos Kelaa y Farda bajo el Protectorado y hoy sin uso. Por un cómodo sendero remontamos el curso del río Farda que se dirige hacia el Puente, pero a medio camino intentaremos acercarnos al cauce para situarnos bajo él y admirar la hermosa estructura del arco natural. Tras alcanzar la parte superior del Puente continuaremos ascendiendo para acceder al tramo superior del curso del Farda, uno de los rincones más salvajes del parque Talassemtane. En la ruta de regreso pasaremos por el pueblo de Ouslaf y sus bancales de cultivo, que nos llevarán de nuevo a la Presa de los Españoles.
La ruta se centra en la parte más espectacular del curso del río oued Laou, cuando se hace paso entre el Jebel Jelti y las paredes de Caiat, muy frecuentadas por escaladores. Por un precioso sendero acompañaremos al río a media ladera entre las poblaciones de Ikhoujja e Ifhasa, pero antes de finalizar, remontaremos el sendero que nos lleva a la Cascada de Ifhasa para luego volver a descender a esta pintoresca población
Nuestra travesía se inicia en esta población inmersa en el Parque Nacional del Toubkal con una suave subida de unas dos horas de duración por campos de maíz, bosquetes de pinos y finalmente enebros que se suceden hasta el collado de Tizi’n Tachte (2.000 m) la mirada hacia atrás, hacia el valle de Imlil, es obligada. Por delante tenemos el descenso hacia el Valle de Azzaden, en uno de cuyos hermosos pueblos de adobe nos alojaremos esta noche.
La primera parte, hasta Tizi Ouessem, es muy tranquila y sin apenas desnivel, pero una vez que dejemos atrás esta población, comienza la remontada del valle hasta Azib Tamsoult (2.250 m) donde se encuentra nuestro albergue. Tras instalarnos en el albergue y almorzar, continuaremos la subida hasta la preciosa cascada de Irhoulidene (2.550 m) y regresaremos al albergue por el mismo camino.
Durante apenas un kilómetro descendemos ligeramente el valle camino de Tizi Oussem pero enseguida viramos hacia el nordeste y comenzamos a ascender el collado de Tizi M’Zic, de 2.480 m de altitud. Las vistas son aún más impresionantes que las del primer día, y la mirada se extiende hacia los valles de Imlil y Likemt. Tras el almuerzo en el collado, resta el largo y espectacular descenso hacia el valle de Imlil y la población de Armed, punto de inicio de la aproximación clásica al Toubkal.
Comienzan los grandes acantilados rocosos, y entre ellos, pequeñas playas de ensueño con cuevas accesibles solo a pie.