Teruel, símbolo de la llamada España vacía, es una tierra áspera y bella de grandes espacios abiertos y serranías, paso entre el centro peninsular y el Levante. No faltan los motivos para acercarse a estos lugares olvidados de pueblos durmientes: gastronomía, historia y paisaje justifican ya el viaje, pero si queremos emociones en contacto total con la naturaleza, Teruel ofrece un buen ramillete de vías ferratas que colmarán nuestras expectativas.
Adentrarse entre las angostas paredes labradas por el río Guadalaviar siguiendo dos sencillas ferratas es seguramente una de las mejores formas de iniciarse en este mundo, por la belleza de los rincones que vamos a descubrir, sin pasos difíciles y sin demasiada sensación de vacío.
Para el día siguiente, entrenados ya en la mecánica, afrontamos las ferratas verticales, siguiendo siempre una suave progresión de dificultad, culminando en una K3 (Peña Grajera, de dificultad media) en el precioso pueblo de Libros.
Viaje hasta el pequeño pueblo de San Blas (310 km), situado muy cerca de la ciudad de Teruel. Aquí se encuentran dos nuevas ferratas instaladas sobre las paredes que ha excavado a su paso el río Guadalaviar, cortas e ideales para la iniciación, pues empezaremos con la ferrata de El Puente (k2) y seguiremos con Tres Picos (K3).
Por la tarde y dependiendo del horario que llevemos nos acercaremos a dar un paseo por el centro de Teruel y finalizaremos el día en Tramacastiel, donde pernoctaremos en una casa rural.
En este segundo día tenemos dos ferratas instaladas en escarpes que están literalmente encima de dos pequeños pueblos de entorno privilegiado; la primera, con el sugestivo nombre de Asalto a la Villa (K2), sobre la villa valenciana de Castielfabib, y la segunda, Peña Grajera (K3) encima de la población turolense de Libros y que nos graduará como auténticos ferrateros.
Nota: dependiendo del nivel del grupo, el guía podría optar por realizar la ferrata de Peña Palomera en lugar de Peña Grajera.
Tras las ferratas y una merecida cerveza en el bar del pueblo, regresaremos a Madrid por Cuenca (285 km, 3 h 15).