El Parque Natural del Saja - Besaya es uno de esos pocos lugares en los que aún es posible, y no es mito, olvidar la civilización, los problemas, el ruido mundano. En él se puede descubrir la esencia más profunda de Cantabria, no en vano, casi la mitad del territorio cántabro está ocupado por reservas y parques naturales, por eso nos parece un lugar idóneo para despedir el año.
El valle del río Saja limita al norte con el Puerto de Palombera y dentro de su cuenca, como en la de su vecino valle de Besaya, se puede admirar una de las mejores representaciones del bosque atlántico caducifolio. Estas tierras están surcadas de vaguadas, pequeños valles, quebradas, hondonadas y cuetos. Con enormes extensiones de hayas y gran número de avellanos, las especies más protegidas de estos valles sin embargo, son las de robles y acebos, sometidos a una intensiva tala en tiempos pasados.
La franja costera de Cantabria, presenta un perfil rectilíneo de acantilados, interrumpido por playas, rías y bahías, que son en conjunto un grandioso escenario para caminar. El Parque Natural de Oyambre comprende los estuarios de la Ría de San Vicente, la Ría de la Rabia y entorno, siendo una de las zonas mejor conservadas del litoral cántabro, muy próximo a la noble y marinera villa de Comillas. En este viaje incluimos también otra ruta costera por la Costa Quebrada, entre la ría de Pas y Santander en la que se suceden formaciones rocosas de gran belleza y calas solitarias.
En este viaje por Cantabria, para el grupo de NIvel B, incluimos la ascensión al Pico Tres Mares que ofrece magníficas panorámicas sobre los valles de Saja y Nansa, así como de la Cornisa Cantábrica, los Picos de Europa y Fuentes Carrionas. Mientras que el grupo A caminará por los Nacientes del Ebro y el Hayedo de la Guariza.
Viaje hasta las inmediaciones de San Vicente de la Barquera (470 km) donde caminaremos por uno de los enclaves naturales mejor conservados de la costa cántabra, la Reserva Natural de Oyambre, que alberga un paisaje litoral de acantilados, dunas, playas y rías de gran belleza.Tras la ruta nos desplazaremos hasta nuestro alojamiento en Reinosa (Cantabria)
El Valle de Saja, junto al de Nansa forman una comarca con uno de los patrimonios más importantes y mejor conservados de toda Europa. Tiene un carácter eminentemente rural y está marcada por sus diferentes contrastes de paisajes, desde playas de fina arena a paisajes de montaña con bosques autóctonos y valles con extensas praderías. Rincones y lugares de encanto natural y salvaje, muy próximos unos de otros y que sorprenden por sus maravillas arquitectónicas y bellísimas panorámicas. Hemos planificado tres travesías distintas para cada nivel.
La incesante confrontación entre las capas inclinadas de roca y la acción marina ha producido un conjunto muy diverso de estructuras y formas que se extienden a lo largo de unos 20 kilómetros de litoral: acantilados, arcos, islotes, ensenadas, playas, tómbolos, dunas, flechas litorales y estuarios muestran la constante e implacable evolución de las áreas costeras. Tras las rutas dispondremos de tiempo libre para por la villa de Comillas, el pueblo modernista y ballenero de Cantabria.
Para el último día del año hemos programado dos rutas nuevas por el Valle de Besaya en la que podremos disfrutar de los paisajes típicos de esta comarca situada en el centro de Cantabria y que delimita el Parque Natural de Saja-Besaya por el oriente. Ambas rutas nos llevarán a visitar alguno de los mejores bosques y riberas del interior de Cantabria, como son el Hayedo de Montabliz y la Canal de las Tejeras con sus sucesivas cascadas. Tras las rutas haremos una breve visita al sorprendente Partenón de las Fraguas.
Empezaremos el año completando dos de las mejores rutas que se pueden hacer en la comarca de Campo, los Nacientes del Ebro y la ascensión al Pico Tres Mares. El grupo de nivel A realizará una bonita excursión por el hayedo de la Guariza y los nacientes del Ebro en la comarca de Campoo mientras que el grupo de nivel B completarán una ruta circular por las máximas alturas de la Sierra de Peña Labra, coronando el Pico Tres Mares (2.176 m) Tras la ruta emprenderemos el viaje de regreso.