La comarca de Las Villuercas es hoy por hoy una de las grandes desconocidas de Extremadura, a pesar de que existen aspectos y localidades, como Cañamero o Guadalupe, que le dan renombre. Este territorio se sitúa al sureste de la provincia de Cáceres, limitando al norte con Los Ibores y La Jara, al sur con las Vegas del Guadiana, al este con la provincia de Toledo y al oeste con la pacense comarca de La Siberia.
El conjunto de elevaciones montañosas, de escasa altitud (los 1.600 m del pico Villuercas son su cota máxima) pero de gran complejidad y desarrollo, pertenecen a las denominadas Sierras Centrales de Extremadura, que constituyen a su vez una sola unidad geomorfológica junto a los Montes de Toledo.
Estas modestas sierras son las responsables de un microclima suave y húmedo que mantiene unos bosques de alcornoques, robles y castaños de notable extensión y grado de conservación y que, junto con las dehesas de encinas y los paisajes rurales salpicados de pueblos donde el tiempo parece haberse detenido, son los auténticos encantos de estas olvidadas tierras.
No es habitual que los árboles tengan nombre propio, el hecho insinúa un valor natural o histórico fuera de lo común. Se constata en los Castaños de Calabazas, un conjunto de 17 castaños monumentales, todos con el distintivo de ‘Árbol singular’ que otorga la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura. Nuestros gigantescos ancianos están en el municipio cacereño de Castañar de Ibor, dentro del Geoparque Villuercas-Ibores-La Jara. Algunos alcanzan los 17 metros de altura, como “El Postuero”, un venerable ejemplar con 700 años de edad y un perímetro del tronco de 8,28 metros. Los demás castaños del grupo superan los quinientos años de antigüedad.
Situada al sur del entramado de sierras que conforman la comarca, alberga el Monasterio de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad, y que visitaremos uno de los días. El conjunto de la villa conserva muy bien la arquitectura bajomedieval, con los típicos entramados de maderas y adobes, soportales que recorren las calles, plazoletas donde no faltan las fuentes, arcos que cerraban barrios enteros y un sinfín de detalles que hacen las delicias de cualquier visitante.
Viaje hasta la población extremeña de Castañar de Ibor (240 km), donde nos alojaremos.
Hoy ascenderemos a la máxima altura de la Sierra de las Villuercas 1.595 metros de altura y visitaremos el cercano Pozo de las Nieves.El macizo montañoso del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara es la mejor representación del relieve de tipo apalachiano reconocida como una de las unidades geológicas más representativas y como contexto geológico de España de relevancia mundial. Es en la subida a La Villuerca en la que encontramos los mejores miradores para apreciar esta singular geomorfología conformada por valles y cadenas montañosas alineadas paralelamente. Es un itinerario cultural, ecológico y geológico. Completaremos la jornada con un breve paseo por Guadalupe
Hoy nos espera una preciosa caminata para visitar los espléndidos castaños centenarios de Calabazas. Tomando como punto de inicio el pueblo de Castañar de Ibor ascenderemos hasta el Collado de Postuero rodeados en todo momento de un formidable robledal; a partir de aquí nos esperan enormes ejemplares de castaños, así como la Chorrera de Calabazas, una cerrada de la montaña con un salto de agua sobre roca bien bonito. Nuestro camino prosigue entre bosques de robles, castaños, alcornoques, hasta terminar nuestra ruta circular de nuevo en el pueblo de Castañar de Ibor.
Tras la ruta emprenderemos el viaje de regreso.