En el corazón de Asturias se encuentra el que para muchos es el entornos mejor conservado de la Cordillera Cantábrica, las montañas y bosques de Somiedo, que alberga una de las masas boscosas de mayor riqueza de la Península Ibérica, y donde osos, lobos y urogallos encuentran cobijo todo el año.
Para los naturalistas y montañeros, Somiedo ha sido siempre un paraje de reminiscencias únicas; su orografía quebrada, sus bosques casi mágicos por la presencia del oso y la supervivencia de una cultura rural ancestral rodearon de una aureola mítica a este perdido rincón de la montaña astur donde las formaciones de origen glaciar, las cuevas y lapiaces, los amplios pastos, y las frondosas masas boscosas pueden admirarse tambiéncaminando a lomos de una bicicleta.
De siempre, Somiedo ha sido considerado el mejor refugio para las especies más emblemáticas de la fauna cantábrica, el oso pardo y el urogallo; el interés por su conservación hizo que pronto se protegiera este territorio, lo que redundó también en un mayor amparo al resto de las especies de la fauna cantábrica, de las que Somiedo quizá albergue la representación más variada.
Parte inseparable de su paisaje montañoso son las brañas o "teitos", construcciones de origen prerromano que han servido de refugio para los pastores y para su ganado y que pueden considerarse estrechamente emparentadas con los primitivos castros.
El fabuloso entramado de valles y montañas del Parque Natural, nos permitirá realizar rutas en BTT asequibles, para conocer los rincones "imprescindibles" que no habría que perderse, como los Lagos y brañas de Somiedo, el valle de Pigüeña, el Camín Real de la Mesa y la Senda del Oso, vía verde que en esta ocasión realizaremos íntegramente en dos etapas a través de los valles de Quirós y Teverga que la conforman. Los itinerarios transitan por pistas de tierra y asfalto, careciendo de dificultades técnicas.
Tras el viaje por carretera, y antes de llegar a nuestro alojamiento en Pola de Somiedo, realizaremos el ramal más corto de esta imprescindible vía verde que constituye una de las más bellas de nuestro país: la Senda del Oso recorre el valle de Teverga entre las poblaciones de Caranga y Entrago, enlazándolas en un itinerario de ida y vuelta. Traslado posterior al hotel.
Recorreremos hoy unos de los valles más hermosos de la cornisa cantábrica, caracterizado por la abundancia de pastos y "teitos" o cabañas, pero sin duda más conocidos por los lagos de origen glaciar que salpican estas alturas, y a los que llegaremos pedaleando a través de algunos de los tramos más accesibles por el Camín Real de la Mesa, que enlazaba los puertos leoneses con los valles asturianos.
Esta larga ruta, muy cómoda de realizar pese a su desnivel, transita en casi todo momento por carril asfaltados de escaso tráfico a lo largo del estrecho y remoto valle del Pigüeña, ascendiendo hasta su cabecera bajo la cima del Cornón, y visitando dos de las brañas más hermosas del paraíso asturiano, como son La Pornacal y la braña Viecha.
La Senda que lleva el nombre de este plantígrado procede del pasado minero cuando se construyó una línea de ferrocarril, que quedó abandonada, para transportar carbón desde las entrañas de estos valles hasta las cercanías de Oviedo. Hoy en día esta vía transporta sensaciones, naturaleza, deporte, con el aliciente añadido de poder contemplar Osos al pie de la Vía Verde.
Excursión en bici imprescindible que remonta el valle de Lago por pistas de tierra y asfalto hasta el lago de mayores dimensiones del Parque Nartural. Al ser esta una ruta de corta longitud, aprovecharemos para visitar a pie algunos de los Lagos de Saliencia, en un entorno glaciar de indescriptible belleza.
Al pie del peña Orniz y el puerto de Somiedo, tiene su origen este importante río que forma uno de los cañones más salvajes de la península, y hacia cuyos manantiales nos dirigiremos en esta sencilla ruta ciclista para despedirnos del Parque Natural asturiano. Tras la excursión, emprenderemos el viaje de regreso.