En el pre-pirineo oscense se levantan numerosas formaciones de conglomerados, de grandes paredes verticales aisladas, denominados mallos. Los más conocidos son los afamados Mallos de Riglos, pero en als inmediaciones de la capital oscense encontramos otras dos áreas de espectaculares relieves: el salto de Roldán y los Mallos de Vadiello.
En el extremo occidental de la Sierra de Guara, junto al embalse de Vadiello, se elevan los Mallos de Vadiello o Ligüerri, dominados por los monolitos la Mitra y el Puro. En este macizo pétreo, paraíso de escaladores y barranquistas, existen diversos itinerarios de senderismo avanzado en los que hay que salvar algunas dificultades puntuales como trepadas muy sencillas. La ruta más clásica y sencilla es la que alcanza el Pico Borón por la llamada Cresta de los Pepes, que depara unas impresionantes vistas de este idílico y solitario paraje.
El llamado «Salto de Roldán» son dos inmensas moles pétreas que configuran la puerta de entrada a la sierra de Guara y que destacan como proas sobre la Hoya de Huesca. Se trata de la peña San Miguel y la peña Amán, entre las que discurre el río Flumen.
La leyenda cuenta que el caballero de Roldán en su intento de conquistar Zaragoza fue perseguido por las tropas musulmanas a caballo llegando hasta la cumbre de la Peña Amán. Presionado por éstos, logró saltar a lomos de su caballo a la Peña de San Miguel.
Algo más sencillo resulta ganar la cima de San Miguel por el camino actual, aunque para ello hay que superar tres pequeños resaltes (de unos 5 m cada uno), equipados con clavijas y escaleras.
Viaje al pueblo oscense de Loporzano (400 km) donde nos alojaremos en una acogedora casa rural que está a apenas 15 minutos del embalse de Vadiello.
Este impresionante recorido circular permite una espectacular visión de todos los mallos de Vadiello, pasando junto a alguno de los más emblemáticos, como los de Lazás, Aliana, San Jorge y el Puro. Tanto el ascenso por la Cresta de los Pepes como el descenso por la canal del Paso la Losa, junto al Puro, nos depararán pequeñas dificultades a resolver, en el más puro ambiente "Off Road".
Traslado a Santa Eulalia de la Peña, donde tomaremos la pista que lleva al aparcamiento del Salto de Roldán. Nuestra ruta asciende a los dos grandes mallos que configuran el desfiladero; empezaremos con la subida a San Miguel, corta pero con el "picante" de los tres tramos de escaleras, y tras descender al río Flumen, afrontaremos el ascenso a Peña Amán, más largo pero sin ninguna dificultad.
Tras la intensa y estimulante actividad, almorzaremos y emprenderemos el viaje de regreso.