Entre las rías de Villaviciosa y Tina Mayor, frontera con las tierras cántabras, y frente al Mar Cantábrico, sobresale un amplio arco montañoso localizado a medio camino entre la costa y las elevadas cumbres de Los Picos de Europa; el litoral del oriente asturiano, ideal para conocerlo a pedales, alberga multitud de paisajes de gran belleza a la vez que atesoran una valiosa riqueza natural, entre ellas la cercana Sierra del Sueve, que partiendo casi de la orilla del mar, se erige en un balcón de privilegio sobre el Cantábrico, destacando en este sentido miradores como el del Fitu desde donde se puede ver Ribadesella , los Picos de Europa sobre Cangas de Onís, Lastres, y si el día esta muy despejado, parte de Galicia, y el Pais Vasco, y que por otro lado constituye uno de los últimos refugios del asturcón, mítico caballo astur de gran robustez; es también la única zona de la región donde se encuentran gamos, que conviven con una destacada cabaña ganadera entre pastos y bosquetes de acebos.
La estrecha franja costera del oriente asturiano se caracteriza por sus acantilados, sierras planas y hermosas ensenadas. Una plataforma continental siempre verde, enfrentada al bravo mar cantábrico, al que se puede escuchar respirar en los llamados “bufones”, donde el agua salta por encima de nuestras cabezas en una nube de gotas ínfimas, con un resoplido final que resulta estremecedor.
El gran valor patrimonial, cultural e histórico de localidades como Lastres nos acercarán sobre ruedas al encanto de los pequeños pueblos costeros por los que el tiempo parece que no pasa, marcados por la arquitectura que los emigrantes que triunfaron en America trajeron de vuelta a casa.
Las excursiones previstas transitan principalmente por pistas de tierra, senderos litorales y algunos tramos de asfalto entre las pequeñas poblaciones que salpican el interior, sin acumular desniveles importantes; el ritmo será tranquilo por lo que dispondremos de tiempo suficiente para realizar cómodamente los itinerarios, además de realizar las imprescindibles paradas junto a playas, miradores, ermitas y villas costeras que saldrán en nujestro pedaleo.
Antes de llegar a nuestro alojamiento realizaremos una ruta costera desde el litoral de Pendueles y Vidiago, aprovechando carriles asfaltados y veredas tapizadas de pastos en busca de los bufones de Arenillas y Lloreda, siguiendo la línea costera para asomarnos al mar antes de cruzar el río Purón y llegar al mirador de Andrín sobre la villa marinera de Llanes. Traslado posterior hasta nuestro hotel en Villaviciosa.
Encaramado en la sierra del Sueve, el mirador del Fitu constituye uno de esos mapas gigantes en tres dimensiones que nos ofrece de inmediato todos los paisajes asturianos que van desde la alta montaña hasta el mar, hacia donde nos dirigiremos desde esta atalaya en un largo descenso que nos llevará primero a través de montes y prados y luego de espectaculares playas como las de Vega, La Espasa o La Isla que culminan en la bahía de La Griega, donde se cobija la famosa villa marinera de Lastres.
Con inicio y final en Villaviciosa, descubriremos hoy el entorno de su ría, pedaleando primero por tramos del Camino de Santiago en dirección Colunga, y visitanso las pequeñas parroquias por Sebrayo, La Vega, Barcena y Selorio antes de ascender al monte Rodiles y su espléndido mirador sobre la ría de Villaviciosa y la playa de Rodiles. A través de las pasarelas que nos llevan a la playa de Misiego, pedalearemos también junto a los humedales de la ría.
Protegida por la Sierra del Sueve, Ribadesella se asienta en la costa oriental de la provincia; junto a su casco urbano dividido en dos por el río Sella se localiza la valiosa reserva de aves acuáticas así como un sinfin de rincones tales como acantilados, playas y dunas declaradas monumentos naturales o miradores que podremos conocer en esta ruta a través de caminos, sendas y carriles asfaltados de escaso tráfico.
Nuestro último día de viaje lo dedicaremos arecorrer uno de los tramos litorales quizá más desconicidos del oriente asturiano, comprendido entre Ribadesella y Celorio, donde se localizan los Bufones de Pría, curiosas formaciones kársticas a modo de orificios a pocos metros del borde de un acantilado de roca caliza y que inferiormente comunica con el mar. Cuando la marea sube y las olas baten con fuerza, expulsa hacia arriba un chorro de agua de mal pulverizada, lo que provoca un sonido característico que es lo que le da el nombre de bufón. Tras la ruta emprenderemos el viaje de regreso.