El Alentejo, que literalmente significa "más allá del Tajo", comprende casi un tercio del territorio de Portugal mientras que alberga solo un pequeño porcentaje de la población del país. El viaje para bicicleta que proponemos discurre por la zona costera del Alentejo, y el extremo occidental del Algarve donde acantilados, dunas, estuarios y bahías se suceden en una zona solitaria de enorme atractivo, con la constante presencia del océano Atlántico en la que es, sin duda, la costa más virgen y mejor conservada de la península ibérica; se incluyen también tramos del interior rural Algarvío junto al emblemático Cabo de San Vicente, los cuáles sorprenden por su belleza.
Este itinerario balizado que recorre el Parque Natural del Sudoeste Alentejano y la Costa Vicentina, sigue caminos históricos de gran belleza que unen pequeños pueblos costeros y pueblos del interior comprendidos entre Porto Covo y el Cabo de San Vicente, y que combinaremos con la zona del Algarve más alejada del turismo del sol y playa que ocupa una gran parte del litoral, por lo que nos centraremos en el extremo más meridional del Parque Natural junto a los famosos promontorios de Sagres y San Vicente, que albergan un paisaje árido junto al mar plagado de leyendas, mitos e historias que se remontan a la epopeya de los descubrimientos.
Con base en Vila Nova de Milfontes, realizaremos tres etapas lineales, sin llevar peso, siguiendo la Ruta Vicentina y otras dos itinerarios más en el extremo suroccidental del Algarve. Las distancias y desniveles son perfectamente asequibles para quienes tienen cierto hábito de montar en bicicleta, por lo que la catalogación del nivel es fácil. Se recomienda llevar bicicleta de montaña dado que a las pistas de tierra y asfalto hay que añadir tramos de sendas litorales ciclables.
Viaje a Vila Nova de Milfontes (Portugal), donde comienza nuestro viaje por el Alentejo portugués. De camino hacia la costa atlántica pararemos para visitar la bella ciudad de Évora.
Nuestra primera ruta ciclista por el litoral del Alentejo nos llevará a descubrir pequeñas playas de arena en una costa recortada por acantilados, salpicados por pequeños pueblos de pescadores como Porto Covo o atalayas como el Forte do Pessegueiro.
Hoy cruzaremos el estuario y marisma del río Mira, de gran valor ecológico, pedaleando luego por el camino costero hasta Almograve; la costa abrupta y llena de belleza nos obligará a alejarnos algo del mar dejando atrás los arenales para luego arrimarnos a los más célebres acantilados calizos del Alentejo que dan paso a la tranquila y encalada población de Zambujeira do Mar.
El litoral entre Zambujeira y Odeceixe está salpicado de numerosas y bellísimas playas que no podemos pasar por alto; pasada esta última población entraremos en la región del Algarve y la joya de Aljezur nos recibirá con su castillo árabe y su pequeño casco antiguo encalado y encaramado sobre el fértil valle algo al interior de la costa.
En la ruta de hoy se combinan los dos espacios naturales de esta región, llenos de contrastes, donde el monte mediterráneo surcado por valles y saplicado de aldeas dispersas en un entorno muy rural, se funde con las extensas playas de Bordeira y Amado separadas por los acantilados de Carrapateira; sin duda una de las zonas más remotas del Algarve por donde pedalearemos.
Desde la población más alejada del bullicio algarvíno, y atestiguada por una gran cantidad de eventos históricos, realizaremos una ruta circular hacia el faro del cabo de San Vicente, el Finisterrre portugués, punto más al suroeste de Portugal y Europa continental, disfrutando de las vistas al océano y a los acantilados que se elevan casi verticales desde el Atlántico hasta una altura de 75 metros.
Por la mañana, y tras el desayuno, emprenderemos el viaje de regreso a Madrid.