Tomando como punto de partida el campamento de Landmannalaugar nos adentraremos en un mundo donde los protagonistas son las fumarolas, ríos termales, volcanes, glaciares y preciosas cumbres como el Volcán Bláhnukur, desde donde podremos contemplar desde lo alto el impresionante paisaje. Regresaremos al campamento pasando por el sorprendente campo de lava de Laugahraun, una colada de lava procedente del volcán Brennisteinsalda, conocida como “la montaña ardiente”, para llegar a nuestro punto de inicio, donde podremos disfrutar de las reconfortantes aguas termales que de esta tierra afloran. Un impactante y espectacular entorno para comenzar nuestro viaje.
Iniciamos el trekking en los campos de lava de Laugahraun, surcados de numerosas fuentes sulfurosas que bullen junto al camino. Tras superar un pequeño repecho llegaremos a una pradera donde aparecen curiosas plantas de vivos colores que contrastan con las áridas montañas de la zona haciendo del paisaje una imagen inolvidable. Seguiremos caminando a la vez que ganamos altura poco a poco entre neveros y fumarolas hasta alcanzar la parte
superior del Monte Hrafntinnusker, desde donde podremos disfrutar de un paisaje único lleno de contrastes. Seguiremos caminando junto a de campos de obsidiana, fumarolas y neveros hasta el refugio de Alftavatn
Dejaremos atrás el refugio Alftavatn junto al lago del mismo nombre y aparecerán en nuestro camino perfiladas montañas de color verde intenso, torrenteras de aguas gélidas y pequeños pastizales donde la vegetación toma colores casi fluorescentes de gran belleza. Poco a poco nos iremos acercando al Myrdalsjökull, el tercer glaciar más grande de la isla, pero antes, entre grandes cañones y piramidales montañas nos encontraremos con el Refugio de Emstrur, donde pernoctaremos.
Comenzaremos esta etapa en el refugio de Emstrur desde dosde podremos disfrutar de impresionantes contrastes y magníficas vistas. Continuaremos la ruta junto a la lengua del glaciar de Enta. Seguiremos el cañón formado por el río Markarfljót y nos deleitaremos con los cortes geológicos naturales que seccionan las diferentes capas multicolores de lava. El paisaje de Thörsmork destaca por la belleza y el contraste de los únicos bosques del recorrido, como los de Thor, donde destacan numerosos bosquetes de abedules que aparecen rodeados delas peladas vertientes volcánicas que enmarcan el valle.
Este día abandonaremos los verdes pastizales del valle de Thorsmörk y nos adentraremos en el mundo de los glaciares, realizando la ascensión más exigente del trekking y quizás también la más bonita. Tras cruzar el río que se encuentra frente al refugio, emprenderemos la ascensión hasta el collado de Fimvorduhals, paso natural entre dos de los mayores glaciares de Islandia, los cuales bordearemos. Antes habremos dejado atrás grandes cascadas y un camino que en continuo ascenso nos llevará por lo alto de una loma donde la vegetación contrasta con los bloques minerales de origen volcánico que se suceden a nuestro alrededor hasta alcanzar el paso entre los glaciares. Tras alcanzar el refugio de Fimmvörduháls podremos disfrutar de un paisaje único. Dejaremos atrás el collado de Fimvorduhals para completar nuestra última ruta del trekking que nos llevará en continuo descenso hacia el mar siguiendo el cauce del río Skogar desde su nacimiento, en el glaciar Myrdalsjöjull hasta su desembocadura en el océano. Numerosas y preciosas cascadas, como la famosa cascada de Skogarfoss de 63 metros de caída, nos acompañarán a lo largo del camino hasta el final del trekking disfrutando de un paisaje único en Europa.
En la Reserva Natural de Dyrhoaley, un hermoso enclave a orillas del Atlántico Norte, crían frailecillos y numerosas especies de aves al costado de los acantilados de Vik. A través de un paseo costero, no perderemos detalle de la belleza del lugar y sus acantilados.
Reynisfjara será nuestra primera parada, una playa con impresionantes formaciones de basalto y desde donde podremos observar los famosos “trolls” petrificados por la luz del sol que se encuentran en el mar. Nuestra siguiente parada será Dyrhólaey, una reserva ornitológica característica por sus acantilados y formaciones de basalto, donde es posible observar las colonias de frailecillos que anidan durante el verano (desde mediados de junio hasta mediados de agosto). Sin duda se trata de uno de los enclaves más hermosos de la isla, fundiendo en un mismo escenario glaciares, acantilados, playas kilométricas de arena negra y la fuerza del Atlántico Norte.