Nos adentramos en las montañas del Alto Sil ascendiendo hasta el Pozo Cheiroso, situado a los piés del Pico del Miro de Valdeprado, es una de las lagunas más hermosas del occidente cantábrico. Nuestra ruta parte de las proximidades de Valdeprado donde tomaremos una pista asfaltada hasta dejar atrás las últimas casas y ascender junto al Arroyo de la Braña del Monte entre zonas rocosas y de alta vegetación que dificultan el caminar hasta alcanzar el corral redondo de Braña Viecha, desde donde sólo nos faltará subir un último tramo de camino para deleitarnos con la belleza del Pozo Cheiroso: El esfuerzo merece la pena. En función de la nieve y de las fuerzas, ya que el recorrido aun siendo corto es bastante empinado, podremos intentar ascender hasta la cima del Miró de Valdeprado. El descenso lo realizaremos por un camino próximo completando así una bonita ruta circular.
Haciendo honor a su nombre, el Pico Nevadín suele guardar nieve hasta bien entrado el mes de junio, por lo que seguramente nos toparemos con este extra en la ascensión a uno de los picos señeros del Alto Sil. Hoy podremos salir caminando desde nuestro propio hotel, y tras cruzar el Embalse de las Rozas alcanzaremos la Iglesia de San Adriano donde comienza propiamente el camino de ascensión. El fácil camino que se adentra en el Valle de Bucimeda donde castaños, avellanos y abedules encuentran un terreno idóneo para su desarrollo. Tras superar la cascada del Pimpanón, tomaremos la senda que recorre el interior del fantástico bosque del Barranco de la Brañina, donde aparecen los restos de construcciones romanas ideadas para el aprovechamiento del agua como el molino de Barzaniecha, y los canales y depósitos del Alto de Salientes. Una vez superada la zona boscosa continuaremos la ascensión hasta El Miro de Rabón desde donde podremos disfrutar de las Omañas y el Pico Catoute frente a nosotros. Continuaremos por el cordal, pasando por el Alto de la Forcadona para iniciar el último repecho hasta la cima del Nevadín. El descenso lo realizaremos por la Majada de la Culebra, desde donde tomaremos la senda que transita junto al Arroyo de la Bucimeda en continuo descenso hasta el Embalse de las Rozas, ya muy cerca de Villablino donde terminaremos nuestra ruta.