Ferratas de Canelles

5 km
DISTANCIA

Subida 380 m

Bajada 380 m

4,00 puntos

La primera parte del recorrido de la vía ferrata queda escondida detrás de la pared de la Aguja Gabriela . Todos los pasos de la canal los haremos ayudados de cadenas y alguna que otra pequeña grapa, hasta llegar a un cambio de pared de izquierda a derecha.
Una subida vertical nos lleva a una bifurcación, podemos seguir hacia arriba para conquistar la aguja Gabriela y sus amplias vistas o seguir a la derecha para cruzar el paso Viga Regino, de los más originales de todo el recorrido, que se pasa con menos complicaciones de lo que pueda parecer y nos preparara para el tramo más comprometido de la vía ferrata que viene a continuación.
Un destrepe por mini clavijas, un flanqueo desplomado y una salida vertical equipada con amplias grapas y donde nos veremos obligados a escalar, sí o sí. En caso de apuro el cable siempre está ahí pero merece la pena buscar los apoyos en la pared, que los hay y disfrutar de este paso tal y como los equipadores lo han concebido.
Solo nos espera un último esfuerzo en forma de desplomado equipado con mini clavijas. Luego se suceden pasos equipados con cadenas y grapas hasta el final de la vía ferrata donde encontraremos el bidón con un librito para dejar nuestras impresiones, marca de la casa.
En definitiva una vía ferrata con pasos muy originales. Se aprecia el esmero de los equipadores para buscar los límites del la disciplina donde se difumina la frontera entre la vía ferrata y la escalada, eso sí sin llegar a la dificultad extrema de la Feliz navidad. Ofrece grandes sensaciones en un recorrido relativamente corto e intenso.
Texto extraído de la descripción de Deandar

4 km
DISTANCIA

Subida 300 m

Bajada 300 m

4,00 puntos

La segunda parte de la clásica Urquiza Olmo tiene un primer resalte vertical equipado solo con cadenas nos hace trabajar de brazos y sobretodo nos obliga a encontrar la mejor posición de pies para no forzar demasiado. Seguimos por un travesía y encontramos un primer techo bien equipado con escalones/escalera.
Más arriba encontraremos un tramo muy aéreo solo equipado con cadenas que aprieta bastante. El paso estrella viene justo después de firmar el libro de visitas un techo desplomado también muy aéreo.
Con estos dos pasos la vía ferrata clásica Uquiza Olmo entra en la família de las nuevas ferratas deportivas, creando un itinerario variado y muy interesante

4 km
DISTANCIA

Subida 450 m

Bajada 115 m

0,00 puntos

La vía ferrata se puede dividir en tres tramos diferentes, una entrada y primer tramo selectivos, un tramo medio de transición y un tramo final que combina deportividad y técnica a gran altura.
Los primeros 30 metros incluyen un primer paso muy duro, para lograr avanzar hay que hacer un lanzamiento a una mini clavija que queda alta. Sigue la pared ligeramente desplomada, con muchos alejes y mini clavijas hasta que llegamos a la salida desplomada y con pocos agarres que nos pondrá a prueba sólo empezar.
Una subida por barandillas y una zona vertical equipada con grapas nos lleva rápidamente a la vistosa zona dels Pènduls. Aquí hay que ir finos de pies y manos pero hay suficientes agarres en la pared para pasar con más comodidad de la que parece.
Encima nuestro ya nos queda la parte más temida de la ferrata el gran techo que inicia el tercer tramo de la vía. Nos hemos preparado para llegar hasta aquí pero impresiona. Hay que decir que el cable no ayuda nada en los cambios, si nos caemos saldremos volando, pero en favor del equipamiento hay que decir que los peldaños son abundantes y facilitan la progresión, eso sí tirando de brazos.
Parece que lo peor ha pasado pero hay alguna sorpresa para cerrar la ferrata. La pared desploma ligeramente, el cambio en el cable queda alto y hay que afrontar un paso con pocos agarres.
La vía es corta y explosiva hasta el final, hacerla sin cogerse del cable queda reservado a escaladores o gente con mucho temple y físico.
Texto extraído de la descripción de Deandar

2 km
DISTANCIA

Subida 125 m

Bajada 125 m

4,00 puntos

El primer paso que nos espera es Els Pènduls, equipado con diminutas clavijas y asegurado con sólo dos cadenas que cuelgan de la pared. Sigue un muro vertical equipado con presas sólo para las manos y al levantar la vista ya observamos la corta pasarela, el Pont de Jembe y las diminutas grapas del tramo de La Bandera, un largo tramo vertical de 40 metros, que a ratos desploma ligeramente, equipado con clavos y pequeñas grapas dónde sólo cabe una mano (parece antiguo equipamiento ferroviario).
No podemos dudar ante un paso y no es posible descansar en los escalones, pues estos son muy anchos y no dejan pasar un mosquetón. Esta característica y el hecho de que los anclajes están bastante separados, hay que estirarse para llegar de uno a otro, le confieren un nivel de exigencia físico muy alto. 
Llegamos al final de la ferrata donde nos espera una última dificultad, un pronunciado desplomado donde además es complicado hacer el cambio en el cable de vida pues tampoco podemos asegurarnos en la propia grapa. 
Encontramos un último muro vertical hasta que enlazamos con la parte media de la ferrata Olmo Soler, buen momento para disfrutar de las amplias vistas al pantano de Canelles, que la verdad saben a gloria.
Texto extraído de la descripción de Deandar