Bordeando la bahía de Saint Michel, los polders serán los protagonistas de esta ruta
Comenzando por la vía verde del antigo ferrocarril que conectaba Dinar con Tréméreuc, la ruta atraviesa un variado paisaje que va desde las campiñas próximas a Saint Malo hasta los acantilados rocosos, donde dunas y páramos litorales nos acompañarán hasta la ciudad histórica de Saint-Brieuc.
Desde Saint Brieuc nos adentramos primero en la costa de Goëlo, típica del norte de Bretaña, donde las estaciones costeras se suceden con las vistas al mar para enlazar esta con la abadía de Beauport a través de la ciclovía que corona cabos rocosos y costas protegidas, finalizando en la ciudad marítima de Paimpol.
Arrancando en Paimpol, descendemos a los estuarios de Trieux y Jaudy, cuyas aguas se cruzan cerrando así la península de Lézardrieux, para después ascender hacia la meseta boscosa de Perros-Guirec, que marca el inicio de la costa de Granito rosa, famosa por sus rocas talladas, camino ya del final de etapa, Lannion.
Al poco de iniciar la ruta en Lannion nos volvemos a acercar a la costa junto a la bahía de Saint Michel in Gréve, donde las amplias playas darán paso más tarde a tramos escarpados y salvajes de costa que guardan calas protegidas, para finalmente regresar a un tramo costero mucho más apacible a medida que nos acercamos a la bahía de Morlaix, en cuyo estuario se asienta la población del mismo nombre, final de la ruta ciclista.
Desde Morlaix se llega a Roscoff a través de la rivera de Penzé, pedaleando entre pequeñas explotaciones hortícolas primero y más tarde junto al litoral de la península donde se asienta la pequeña Roscoff asomada al Canal de la Mancha.
El islote rocoso rodeado de una extraordinaria bahía, escenario de las mayores mareas de Europa, será el objetivo de esta ruta ciclista que arranca de Portonson y se adentra en el Canal de la Mancha aprovechando las mareas bajas, en un recorrido de ida y vuelta; la visión de la llanura de arena de esta bahía sin agua, y el espectáculo de llenado de la superficie en tan poco tiempo es el mayor atractivo de este lugar rematado por la abadía benedictina.