Preciosa ruta que nos llevará desde la población de Visegrad por el interior del Parque Forestal de Pilis, un auténtico pulmón verde a orillas del Danubio que cuenta con preciosos rincones como las cascadas del Molino del Diablo o la fuente de Kaan.
El valle de Szalajka, cerca de Szilvásvárad, es uno de los lugares de senderismo más populares en las montañas de Bükk, y también en todo el país. Su riqueza forestal es tal que en la década de 1930 se construyó un ferrocarril para el transporte de madera y piedra caliza; hoy día siguen en funcionamiento como un atractivo turístico en los meses de verano.
En nuestro recorrido pasaremos por el manantial de Szikla, uno de los manantiales más grandes de las montañas Bükk . Un fenómeno natural donde el agua cristalina sale a la superficie a través de una cueva. Muy cerca está la cascada de Fátyol, de 17 metros de altura y uno de los tesoros naturales de la Rserva Natural de Szalajka.
Iniciaremos nuestra ruta en el pueblo de Párad para adentarrnos en este magnífico bosque, pasando junto a la preciosa cascada de Ilona y otras pequeñas chorreras y arroyos del Área Protegida de las Montañas de Matra, un lugar de gran valor ecológico en el que además de la riqueza de sus bosques se encuentran curiosas formaciones volcánicas y multitud de cuevas. Terminaremos la ruta en Párad.
El valle de Melegmany es una de las gargantas más bellas del Medio Mecsek. Robles viejos, hayas y una gran variedad vegetal se pueden encontrar aquí. Suaves cascadas caen sobre las escaleras de la piedra caliza que atraviesa el arroyo Melegmányi. La piedra caliza que vemos ha sido literalmente formada por el agua: la gran cantidad de cal disuelta en la corriente precipita en las ramas de los árboles, formando bloques de piedra llamados tobas.
Bucólico y sencillo paseo por uno de los mejores bosques del complejo kárstico de las Montañas de Mecsek que dominan las llanuras de los ríos Drava y Danubio. Comenzamos en el precioso lago truchero de Pisztrángos Tavak, desde nos internamos en los densos bosques de Obanya, en el que abundan los cursos de agua y manantiales, como el de Bodzás-forrás y pequeñas cascadas como las de Ferde.