En pocas ocasiones se recorre el cañón del río Dulce en sentido contrario a sus aguas: desde las fértiles vegas de este río, próximas a su desembocadura en el Henares, comenzaremos a caminar internarnándonos en el espléndido monte mediterráneo que rodea las márgenes de su cauce para finalmente entrar en la impresionante hoz que preside la aldea de Pelegrina y su castillo.