El Oberland es junto con el Valle de Zermatt la región más espectacular de toda Suiza, escenario de las aventuras más dramáticas y heroicas del Alpinismo.
Nos referimos sobre todo a las acontecidas en la mítica montaña del Eiger, desafío permanente de alpinistas, pero también al Mönch y a la Jüngfrau, cimas que desfilarán ante nuestros ojos en nuestro el recorrido por el valle de Grindelwald, que junto a los valles de Chamonix y Zermatt forma la Trilogía de Valles alpinos de cimas emblemáticas, es decir, Eiger, Mont Blanc y Cervino respectivamente.
Se diría que esta montaña está ahí con el único propósito de dar un contrapunto a los amables paisajes suizos. O al menos su cara norte, la Eigernordwand, una siniestra pared de más de 1.500 m de oscura roca y neveros traicioneros, donde se han dejado la vida algunos de los mejores alpinistas de cada generación, que han acudido y seguirán acudiendo a la llamada del Ogro. Bien es cierto que hoy día los avances del material y la mejora de la técnica alpinística han rebajado notablemente la peligrosidad de su escalada, que ahora se hace preferentemente en invierno (algo temerario décadas atrás debido al frío extremo) pues la pared es mucho más segura al ser las avalanchas menos frecuentes.
Esta travesía alpina comienza con tres etapas de media montaña en el entorno de Grindenwald (Eiger) y finaliza con tres jornadas con más carácter de alta montaña, que nos llevan a Kandersteg, donde finalizamos.
La presencia de gigantes alpinos como el Eiger (el Ogro), el Monch (el Monje) y la Jungfrau (la Virgen) como telón de fondo de la primera parte, hacen de ella una de las más panorámicas que puede hacerse en Europa. Pero su interés no acaba aquí, pues tras tocar techo en el paso Sefinenfurke descenderemos al glaciar Gamchi, que atravesaremos caminando sin crampones, finalizando el trekking con el grandioso Lago Oschinensee.
Vuelo a Ginebra y traslado en tren hasta el lago de Interlaken, donde nos alojaremos.
Ruta que trascurre por la base del Loucherhorn (2.230 m.) que es un magnífico mirador sobre el valle de Grindelwald. Posteriormente nos introducimos en el valle de Sägis y su precioso lago glaciar.
La etapa de hoy se divide en dos partes, una de mañana con un descenso de 1.700 m y otra de tarde de 800 m de ascenso. Entre ambas pararemos a comer en Grindelwald y tomaremos el tren cremallera a Alpiglen, donde comienza el segundo tramo que transcurre por la base de la famosa cara norte del Eiger.
Este segundo tramo de etapa es totalmente opcional, puesto que el mismo tren cremallera de Alpiglen continúa hasta Kleine Scheidegg, lugar en el que dormiremos hoy.
Vamos a dejar atrás el Valle de Grindelwald y la famosa Cara norte del Eiger, para adentrarnos en el Valle de Lauterbrunntal que nos depara igualmente soberbios paisajes.
Sin duda alguna la etapa reina del trekking; alpina, vertiginosa en algunos puntos y de grandiosos escenarios en todo momento.
Una de las mejores visiones que tendremos durante el Trekking es el famoso Lago Oeschinensee, uno de los más espectaculares de los Alpes.
Ascensión al refugio Frundenhutte con una buena subida, pero las vistas que ofrece este refugio, una auténtica atalaya bajo los hielos del glaciar Frunden, son impagables.
Sin madrugar demasiado tomaremos el tren a Interlaken, teniendo el resto del día libre para visitar esta ciudad situada entre los enormes lagos de Thun y Brienz.