Piamonte significa literalmente al pie de las montañas. Ciertamente no es la única región europea al pie de los Alpes, pero ninguna se encuentra tan encerrada por ellas como el Piamonte. Salvo en dirección a Lombardía toda la región está limitada por el arco alpino y el mar Mediterráneo: los Alpes Marítimos al sur, el Mont Viso al oeste y el Gran Paradiso al norte.
Unas montañas y valles cargados de historia, de la que nos hablan sus castillos, fuertes y abadías, o los palacios y casas de caza que los Saboya mandaron construir.
En este viaje visitaremos algunos de estos puntos de interés histórico, recorreremos caminos centenarios que han visto pasar ejércitos, religiosos y comercio de todo tipo, y nos acercaremos a las dos grandes cimas piamontesas el Mont Viso y el Gran Paradiso.
El Piamonte, que ocupa la región más occidental de Italia, estuvo dividido en ducados independientes hasta la unificación bajo la dinastía de los Saboya, que hicieron de él, a través de los siglos, un Ducado primero y un Reino después. El Reino de Cerdeña - Piamonte marcó el cenit de los Saboya como dinastía y de Turín como capital y corte europea de primer orden.
El reino sardo - piamontés lideró después la unificación de Italia, siendo Vittorio Emmanuele II su primer rey, aunque paradójicamente la importancia del Piamonte se diluyó en el nuevo estado, y Turín dejó de ser la capital en favor de Florencia y más tarde de Roma.
El macizo del Gran Paradiso (4.061 m), la montaña más alta enteramente italiana, no necesita mucha presentación. El Parque Nacional que alberga, a caballo en el Piamonte y Aosta, es el más antiguo de Italia junto con el de Abruzzo y uno de los lugares más visitados y afamados de Italia.
La otra gran montaña piamontesa, mucho menos conocida fuera y dentro de Italia, es el Mont Viso (3.841 m), una preciosa pirámide bajo la que nace nada menos que río Po.
Conoceremos también uno de los Valles de Lanzo y y el Valle de Chisone, donde se asienta el espectacular Fuerte de Fenestrelle. Y desgraciadamente, nos dejaremos en el tintero otros muchos lugares. Para conocerlos todos habría que vivir en Turín un par de meses, una capital que es el sueño de cualquier montañero. No por casualidad nació aquí el CAI, el Club Alpino Italiano.
Traslado del aeropuerto de Turín a Saluzzo (80 km) preciosa localidad situada bajo el Monte Viso, en la provincia de Cuneo y capital del antiguo marquesado de Saluzzo, uno de los estados piamonteses más importantes a partir del Siglo XII hasta que fue dominado por los franceses y posteriormente por la casa de Saboya. El precioso núcleo medieval de la ciudad se dispone sobre una colina alrededor de su castillo, y está lleno de casas nobles, palacetes e iglesias que nos recuerdan la gloria pasada de esta ciudad.
De camino visitaremos la Abadía de Santa Maria di Staffarda.
El río Po, el más largo y caudaloso de Italia, recorre todo el norte de la Península recogiendo las aguas de los Alpes hasta su desembocadura en el Mar Adriático, cerca de Venecia.
Nuestra primera ruta transita sobre un camino por el que durante siglos se intercambiaron todo tipo de mercancías como vino, arroz, aceite de nuez y sobretodo, sal, entre Ristolas, en la región francesa del Delfinado, y el Marquesado de Saluzzo. A tal punto fue importante el comercio que en el siglo XV se construyó el primer túnel de los Alpes, el Buco di Viso.
Regresamos al Parco del Po Cuneese, que engloba el Monte Viso y la alta cuenca del Po, para conocer un entorno totalmente diferente. Si ayer fue un día de tupidos bosques de hayas, preciosos pueblos colgados de las laderas y pequeñas ermitasl, hoy nos esperan las cimas, los lagos y el reino mineral de la alta montaña.
El Po nace en un lugar llamado Pian del Re, a los pies del Monte Viso, una mole de 3.840 m que se alza majestuosa sobre la campiña piamontesa. Sus elegantes líneas piramidales hacen de ella un verdadero icono; es más, se podría decir que el Monte Viso es la montaña piamontesa por excelencia, y eso a pesar de que el Gran Paradiso (4.061 m) a caballo entre el Piamonte y Aosta, lo supere en altura.
La abadía benedictina de San Michele de la Chiusa, más conocida como Sacra de San Michele, es una extraordinaria construcción que envuelve la cumbre rocosa del monte Pirchiriano. Comenzada en los últimos años del siglo X, fue desarrollada entre los siglos XI y XIV y luego cayó en un cierto abandono. Hoy, tras una importante restauración, se ha convertido en el símbolo del Piamonte.
Nuevamente, como hicimos en el Fuerte de Fenestralle, hoy mezclaremos ruta senderista y visita cultural en una única actividad, pues al contrario de la mayoría de visitantes, llegaremos a la Abadía como lo hacían los antiguos peregrinos de la Vía Francígena, a pie por un precioso sendero repleto de vestigios históricos.
A poco más de 30 km de Turín la población de Lanzio Torinese da nombre a tres valles que confluyen en la ciudad. Estos valles de los Alpes de Graie eran el destino de las batidas de caza que partían dos veces por semana del palacio de la Venaria, una de las residencias que los Saboya construyeron en los alrededores de la capital piamontesa.
A finales del XIX se inauguró el ferrocarril Turín – Ceres, lo que permitió a los primeros montañeros y excursionistas turineses acercarse de forma rápida a estas montañas, que junto con el Monviso, fueron su destino preferido. No es extraño que teniendo los Alpes tan cerca de una ciudad próspera y rica como Turín, fuera aquí donde en 1861 se creó el CAI, el Club Alpino Italiano.
Tras la ruta intentaremos visitar el pequeño museo de los Guías Alpinos de Balme, lo cual no es fácil pues requiere cita.
No es casual que el macizo del Gran Paradiso albergue el Parque Nacional más antiguo y más famoso de Italia. La antigua reserva de caza de Íbices (stambechi) y rebecos (camosci) de los Saboya fue el origen de la posterior declaración de Parque Nacional en 1922. Por otra parte, el Gran Paradiso (4.061 m) es la cumbre más alta de Italia situada completamente dentro de su territorio (el Monte Bianco hace frontera con Francia).
En definitiva, qué duda cabe que el Gran Paradiso es una de las bellezas alpinas en general y de Italia en particular, y para conocerlo haremos dos preciosas rutas. Una por la vertiente sur piamontesa (Valle de Orco) que quizás es la menos frecuentada y conocida por los no italianos. Y otra por la vertiente norte (la del valle de Aosta) para ver de cerca la cumbre y sus impresionantes glaciares.
El Castillo Ducal de Agliè, una de las residencias de los Saboya declaradas Patrimonio de la Humanidad, se encuentra a menos de 10 min de nuestro alojamiento, por lo que no podemos dejar de visitarlo.
La única ruta que vamos a hacer fuera de territorio piamontés es imprescindible, pues nos va a permitir conocer la vertiente más famosa del gran coloso, el Gran Paradiso. Para ello debemos desplazarnos a Valsavaranche, el precioso valle aostano por el que penetran los numerosos montañeros que cada año ascienden el Gran Paradiso por la ruta normal.
De hecho, la ruta que te proponemos es alcanzar el Refugio Vittorio Emmanuele II, base de todos los que intentan la codiciada cima del Gran Paradiso, la más alta íntegramente italiana.
Nuestro último trayecto nos lleva a las afueras de la ciudad de Turín para visitar la que quizás sea la más destacada de las residencias de caza de los Saboya: la Venaria Reale.
Tras la visita y almuerzo nos trasladaremos al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso.