El objetivo de este viaje es disfrutar de los bosques otoñales de la provincia de Álava y subir a una de las más emblemáticas cumbres de los Montes Vascos, el Monte Gorbea (1.481 m) con su famosa cruz cimera, uno de los grandes emblemas de la montaña vasca y destino obligado de todo montañero en algún momento de su vida.
Cuna de infinidad de leyendas, el macizo de Gorbea tiene además bellísimos parajes tupidos de verdes prados, frondosos bosques de haya y roble y un enigmático karst. Los fuertes relieves aparecen coronados, según la litología, por abruptos cantiles calizos o por lomas redondeadas en las cimas silíceas del territorio alavés.
El domingo visitaremos Izki, un compendio de bosque y roca. Principalmente un marojal (roble melojo) pero también hayedos, carrascales, alisedas, quejigales, abedulares, bosquetes de álamo temblón y robledales cubren gran parte de este espacio natural. Pequeños ríos –Izki, Molino, Berrón–, surcan el valle. En algunos puntos aflora el agua formando charcas, trampales e incipientes turberas. En estos humedales, aparte de una interesante fauna de anfibios y aves –zampullín chico, somormujo lavanco – se desarrolla una valiosa flora, como el nenúfar blanco y una rica variedad de plantas carnívoras.
Viajaremos hasta la población alavesa de Murgía, a los piés del Gorbea, donde nos alojaremos.(360 km)
Hoy ascenderemos al Monte Gorbea, que con sus 1.481 metros de altura es el techo de Álava y Vizcaya y una de las cimas señeras de Euskadi, que da nombre al Parque Natural más extenso de la comunidad, en el que destacan alrededor de esta magnífica montaña frondosos hayedos y preciosas formaciones kársticas.
Hoy nos adentraremos en el famoso robledal de Izki, uno de los mejor conservados de Europa, en el que aparecen también, hayedos, bosques mixtos de coníferas y abedulares haciendo de este espacio protegido uno de los de mayor interés natural y paisajístico del País Vasco. Tras la excursión emprenderemos el viaje de vuelta.