La Comunidad Valenciana acoge una veintena de ferratas y caminos cordados. Forman parte, junto a las de Cataluña y Murcia, de las ferratas del litoral mediterráneo, que constituye la segunda zona por número de instalaciones después de la región pirenaica.
Para el aficionado madrileño, la ventaja de las ferratas valencianas y alicantinas es su proximidad; en apenas tres horas podemos llegar a muchas de ellas. El predomino de la roca caliza, con abundancia de resaltes y paredes, hacen del paisaje levantino un lugar idóneo para el trazado de vías ferrata. Con pocas grapas en general y abundantes pasos verticales, las ferratas levantinas tienen un estilo propio inconfundible.
Alojados en Játiva realizaremos tres ferrtas de nivel medio, todas ellas muy cercanas a esta bella localidad valenciana.
Comenzamos el día con Fuente Godalla, ferrata entretenida con tirolina y rápel para acceder al tramo ampliado. Para después del almuerzo dejamos l'Aventador, una ferrata corta pero en la que hay que buscar aporyos naturales en algunos pasos.
Terminamos el viaje con la ferrta de Ayelo, con un trazado tan deportivo como horizontal, más físico de lo que pueda parecer, con un punto más de dificultad respecto de las ferratas del día anterior.