Al norte de Italia, en un área muy extensa entre la llanura Padana y los Alpes, haciendo frontera con el Tirol austríaco, se extienden una treintena larga de macizos (denominados gruppi en italiano) con un origen geológico común y una fisonomía muy similar, pero separados por profundos valles e independientes entre ellos. Para el alpinista Reinhold Messner, que creció en las Dolomitas del Alto Adigio y se convirtió con el tiempo en la primera persona en conquistar los catorce "ochomiles" de nuestro planeta, estas montañas son las más bellas del mundo. Y bien puede ser, ya que componen el paisaje más espectacular y surrealista de Europa, donde caminos milenarios y vías ferratas nos permiten descubrir rincones de incomparable belleza entre laberintos rocosos y agujas de geometría casi imposible. No en vano, en el año 2009 las Dolomitas fueron reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad.
El grupo de Brenta, protagonista de este viaje, es el macizo dolomítico más occidental. Conoceremos una de las mayores zonas protegidas de los Alpes, junto con otros dos extraordinarios macizos a nuestro alcance, aunque sean ya más alpinos que dolomíticos: el grupo Adamello-Presanella y el grupo del Cevedale.
La presencia de maravillosos lagos como los de Nambino, Serodoli, Ritorto y Tovel es uno de los puntos fuertes del viaje, en el que también disfrutaremos de espectaculares cascadas como las de Saènt y Vallesinella. Observaremos glaciares como los de Brenta y Adamello y por supuesto podremos admirar las paredes verticales, agujas y crestas que dan personalidad a las Dolomitas y que toman al atardecer un color anaranjado único que las hace destacar aún más del resto de montañas alpinas que las rodean.
Conocida internacionalmente por la celebración del famoso Concilio del siglo XVI, Trento es la capital de la región del Trentino - Alto Adigio o Tirol del Sur y hasta la 1ª Guerra Mundial fue territorio austríaco. A mitad de viaje nos tomaremos un día de descanso para visitar esta hermosa y apacible ciudad, hoy día una de las que ostenta mayor calidad y nivel de vida de toda Italia. También es posible que tengamos tiempo para sendas visitas a la preciosa ribera del majestuoso lago di Garda y a la histórica Città Alta de Bérgamo, que planificaremos sobre la marcha en función del clima y los horarios de nuestros vuelos.
Vuelo a Bérgamo / Milán y viaje hasta la localidad de Malè (260 km), donde nos alojaremos. De camino, haremos una parada para comer en la localidad de Lovere, junto al precioso lago d'Iseo, famoso por albergar una rica biodiversidad natural y por el Monte Isola, la isla lacustre más grande del sur de Europa. Antes de llegar a destino haremos otra parada en el imponente Passo del Tonale, división natural entre los macizos de Adamello y Cevedale, donde se encuentra un Memorial militar de la Gran Guerra que nos servirá para empezar a entender la conmovedora historia reciente de estas montañas.
Muy próximos al famoso Campo di Carlomagno, donde el emperador plantó sus tiendas cuando iba de camino a Roma en el año 800 para ser coronado, ascenderemos en teleférico hasta el Passo Grostè, donde realizaremos dos preciosas rutas en el macizo de Brenta, con final en la animada Madonna di Campiglio.
Día de excursión en el lago Tovel, célebre por la belleza de su entorno y por el enrojecimiento ocasional de sus aguas, fenómeno por el que es también llamado lago Rosso. Allí decidiremos con cuál de las dos explicaciones nos quedamos: la legendaria o la científica.
Única excursión del viaje en el macizo Ortles-Cevedale para recorrer el valle de Rabbi, uno de los lugares más emblemáticos y pintorescos del parque nacional del Stelvio. Conoceremos las magníficas cascadas de Saènt y descansaremos en refugios históricos o idílicas praderas alpinas al abrigo de bosques de laricios centenarios.
Hoy nos adentraremos en uno de los rincones más bellos de los Alpes italianos: la Val di Genova. En el recóndito centro del macizo Adamello-Pressanella hallamos uno de los mayores y más salvajes valles de las Dolomitas y uno de los que conserva mayor biodiversidad de los Alpes; donde glaciares, lagos, cascadas y bosques de abetos acogen aún al casi extinguido oso pardo italiano. La sola aproximación en nuestro vehículo al punto de inicio de la ruta ya constituye una gratificante experiencia por sí misma.
Para finalizar nuestro viaje, entraremos hasta el corazón mismo de las Dolomitas de Brenta a fin de situarnos al pie de las cimas más impresionantes de este macizo, que se alzan como regias torres sobre los caminantes. Antes de finalizar la jornada, disfrutaremos de las cascadas de Vallesinella, que han dado fama a uno de los más genuinos rincones dolomíticos.
Traslado hasta el aeropuerto de Bérgamo / Milán para tomar el vuelo de regreso. Dependiendo de los horarios de vuelo y del desarrollo de la jornada, se podría introducir la visita del centro histórico de Bérgamo.