El Rif es una cadena montañosa situada al norte de Marruecos que forma parte del llamado arco bético-rifeño, siendo de hecho simétrica por el sur a las montañas de la Cordillera Bética andaluza, con las que guarda grandes similitudes: exuberancia vegetal debido al clima húmedo, sierras calizas, pinsapares, pueblos blancos y cultivos sobre terrazas.
Si bien el techo de esta cordillera (Jebel Tidirhine, 2.456 m) se encuentra en la región oriental de Ketama, es en la zona occidental, próxima a la ciudad de Chaouen, donde encontramos la mayor diversidad biológica y belleza paisajística, protegidas por el Parque Nacional de Talassemtane, cuyas cimas más elevadas, el Jebel Lakra (2.160 m) y el Tissouka (2.152 m), son el objetivo principal de este viaje.
Chaouen es uno de los mayores atractivos del Rif Occidental, una pequeña ciudad llena de encanto situada sobre la ladera de una montaña y fundada por los musulmanes expulsados de Al-Andalus. En Xaouen, que así se escribe también, dormiremos dos noches y será el lugar de partida o llegada de dos de las cuatro rutas de este viaje.
El otro alojamiento será un acogedor albergue tradicional situado en la vertiente meridional del Parque Nacional. Desde aquí ascenderemos al Jebel Lakra entre pinsapos centenarios, y también el salvaje Tissouka, que pondrá el broche de oro a esta escapada a las montañas rifeñas.
Llegada al aeropuerto de Tánger y traslado en grandes taxis locales (tipo Mercedes) a Chaouen (100 km, 2 h 30). A nuestra llegada dispondremos de tiempo para disfrutar del encanto de su preciosa medina de calles estrechas pintadas de azul.
Traslado en gran taxi a la población de Akchour (30 km, 45 min). Empezamos con una preciosa etapa de introducción en la que nos adentraremos por la vertiente norte del Rif aprovechando el curso del río Kelaa, que forma un frondoso y estrecho barranco. Tras llegar a su famosa cascada toca remontar el escalón que salva el río y continuar hasta el precioso pueblo de Taourarte.
Noche en el gite de Taourarte.
La de hoy es por desnivel y sobretodo por longitud la etapa reina del trekking. Superando la veintena de kilómetros por intrincados caminos entre pinsapares, recorreremos buena parte del Parque Talassemtane de norte a sur. Todo un reto personal, pues la exigencia de esta ruta no está al alcance de cualquiera.
Noche en el gite Talassemtane.
La etapa final es más corta que la anterior pero esto no nos debe llamar a engaño. El Tissouka es una montaña más escarpada que el Lakra, y el descenso a Chaouen es de los que no se olvidan.
Noche en hotel en Chaouen.
Tiempo libre hasta que nos desplazemos de regreso a Tánger en los grandes taxis.