La costa oeste de Irlanda combina en sus paisajes la aspereza de los acantilados y de los afloramientos rocosos con la suavidad de las colinas, depresiones costeras con playas encajonadas entre roquedales y colinas verdes punteadas de ovejas con el mar rugiente salpicado de olas formidables.
Situada en el condado de Kerry, al sur de la costa occidental, Dingle ha estado siempre apartada de Dublín y ajena a cualquier tipo de masificación; aquí es posible disfrutar de la legendaria hospitalidad de los irlandeses y compartir experiencias con otros senderistas lanzados al descubrimiento de la Península de Dingle que gracias a su aislamiento, es uno de los territorios Gaeltacht, donde se ha conservado la lengua gaélica como lengua viva hasta nuestros días.
La Península de Connemara, la más occidental de Europa y que alberga uno de los 6 parques nacionales del país, se caracteriza por poseer el paisaje es el más agreste de Irlanda y guardar numerosos monumentos paganos, a la vez que, como en ningún otro lugar de Irlanda, conserva intactas sus tradiciones. Sus ciudades, llenas de vida para los visitantes menos “eclesiásticos” nos regalarán bonitas tardes en sus largos días, que como sus gentes suelen decir, “estamos una hora más cerca de la puesta del sol que el resto de Europa”
Una corta travesía de media hora nos llevará a estas islas que albergan en sus fondos numerosos buques de la Armada Española. La Isla Grande es un terreno natural intacto, cuyos últimos moradores la abandonaron buscando una vida menos penosa en América. De esta presencia solo quedan algunas casas semi-deruidas en la vieja población de Tra Bean.
Una vez en Dublín nos trasladaremos a la Península de Connemara (250 km, unas 3 horas) en la costa Oeste de Irlanda. Después de alojarnos nos acercaremos hasta la Bahía de Clif, para caminar por las arenas blancas de sus playas e incluso y siempre y cuando las mareas lo permitan alcanzar la Isla de Omey.
Situado en el corazón del Oeste de Irlanda, en el condado de Galway, Connemara es una península donde abundan lagos, tierras pantanosas, montañas y bahías, con un precioso paisaje costero. Alguna de sus cumbres como el Banbaun o el Bencullagh forman parte de la famosa cordillera de Twelve Bens o Pins (las doce cimas).
Realizaremos dos rutas por Connemara, primero subiremos al Monte Diamond, una de las más famosas atalayas de Irlanda, y por la tarde pasearemos junto al Fiordo Killary.
Con 477 m, el Monte Benbaun nos brindará magníficas panorámicas sobre la cordillera de las Twelve Pins, el lago Kylemore y gran parte del Parque Nacional Connemara. Tras la ruta visitaremos la famosa Abadia de Kylemore y su jardín victoriano.
Hoy emplearemos el día en visitar la bucólica región de Shannon donde pervive el espíritu de la vieja Irlanda, no en vano está considerada como el corazón de las regiones occidentales de Irlanda.
Empezaremos el día disfrutando de los majestuosos acantilados de Moher los cuales ofrecen unas vistas sencillamente perfectas, hay un cartel que dice” póngase de puntillas y casi alcanzará a ver hasta el otro lado del Atlántico” Terminaremos nuestro día visitando el estuari de Shannon y la población medieval de Adare, declarada ciudad patrimonio nacional irlandés y considerada una de las poblaciones más bonitas de Irlanda. Situada en la orilla este del río Maigue, Adare se compone de un puñado de casas rústicas, abadías engalanadas con hiedra, castillos y tiendas antiguas.
Por la mañana viajaremos hasta Dingle donde pasaremos el resto del viaje, realizando alguno de los tramos más famosos del Dingle Way, camino balizado que recorre todo el contorno de la península. Empezaremos por el Connor Pass (456 m) el puerto de montaña más alto de Irlanda y que ofrece vistas espectaculares de la bahía de Dingle, al sur, y el monte Brandon, al norte.
No podemos recorrer este rincón de Irlanda y dejar de visitar las Islas Blasket. Navegaremos en ferry desde Dingle (20 min) y caminaremos sobre la más grande de ellas (Great Blasket Island). Una vez que salgamos de la bahía de Dingle, con un poquito de suerte podremos ver al famoso Delfín Fungie y al acercarnos a la bonita playa de la isla, las focas que asoman sus cabezas sobre el mar. Alcanzaremos el punto más alto de la misma por un sendero desde donde tendremos unas bonitas vistas de los acantilados de la península, de la vecina península de Iveragh al sur con sus famosas islas Valentia y Skellig Rocks y del Monte Brandon.
Por la tarde tendremos tiempo libre para visitar la Bahía de Dingle y disfrutar del ambiente tan genuino de este rincón irlandés.
Camino de la punta más occidental de Irlanda (Dunmore Head), recorreremos la famosa carretera Slea Head, en la que cada curva depara un nuevo paisaje más hermosos que el anterior. Tras visitar el cabo Dunmore pararemos en Durquin para conocer el interesante Great Blasket Centre, un centro de interpretación para conocer la historia de los primeros pobladores de estas islas.
Completaremos el día con la subida al Monte Eagle, otro de los grandes miradores de Dingle.
Viaje a Dublín para coger directamente el vuelo de regreso.