Costa da Morte en Bici

Faros, villas marineras y playas salvajes

21 km
DISTANCIA
Subida 600 m
Bajada 600 m
Bicicleta
1,90 puntos

Partiremos del hermoso pueblo marinero de Malpica de Bergantiños, primer puerto ballenero de Galicia en el siglo XVII, dirigiéndonos hacia su  playa de Area Maior y posteriormente en dirección a la ermita de San Adrián, desde donde tendremos  una amplia panorámica de todo Malpica y las Islas Sisargas; cercanos a la costa avistaremos las diminutas playas de Beo y Seiruga antes de alejarnos momentáneamente del litoral en dirección a  las poblaciones de Mens y Barizo. Aquí finalizará el itinerario para quien no desee pedalear más, ofreciendo la opción de ascender y atravesar el monte Nariga para así llegar a su faro desde el que las vistas del tramo más septentrional de la Costa da Morte  son realmente soberbias.


33 km
DISTANCIA
Subida 475 m
Bajada 500 m
Bicicleta
2,07 puntos
La península que forma la sierra de Peña Forcada será el escenario de esta preciosa ruta ciclista, espacio natural donde se encuentran algunos de los rincones más genuinos de la Costa de la Muerte, como son las playas de Traba y Trece, los pueblos marineros de Camariñas, Laxe o los acantilados testigos de una serie de naufragios ocurridos a barcos de la marina inglesa entre los siglos XIX y XX y que dieron origen al nombre A costa da Morte. Al primer tramo de la ruta que nos traslada al cuento de Liliput en el mundo de las grandes piedras de todas las formas y tamaños, entre Laxe y Camelle, le siguen las dunas, las solitarias calas y el famoso cementerio de los ingleses que corona una línea de costa tremendamente abrupta; a esto no habrá que añadir el final de ruta que llega al faro del cabo Vilán, uno de los símbolos de la costa, y que ha sido la luz de guía de todos los barcos que cruzan estos mares.

30 km
DISTANCIA
Subida 575 m
Bajada 450 m
Bicicleta
2,07 puntos
Hoy en día el cabo Finisterre sigue siendo, además del fin de un camino y un recorrido tanto físico como espiritual, un paraje rodeado de misterios, de leyendas y de creencias como las del confín del mundo donde las bestias monstruosas devoraban a quien navegara por el Mare Tenebrosum. Los casi 90 kilómetros que separan Santiago de Compostela de este lugar son recorridos por muchos peregrinos para al menos subir al faro del Cabo y contemplar la maravillosa puesta de sol que se disfruta desde allí. No podemos pasar por alto realizar una ruta en bici que finalice en este lugar pese a que el tramo final discurra por carretera, de poco tráfico y enorme belleza. El inicio de la ruta será la población de Cee, desde donde seguiremos de cerca el curso del río do Castro para desembocar en el litoral junto a la Praia de Lires, comenzando aquí el largo y suave ascenso siguiendo los hitos jacobeos que nos llevarán a la villa y faro de Fisterra.

27 km
DISTANCIA
Subida 900 m
Bajada 900 m
Bicicleta
2,70 puntos
Esta gran mole granítica situada junto a la costa de encrestadas formas, profundos y pendientes valles de difícil acceso, determinaron que se crearan múltiples leyendas sobre este monte, conocido también como el Olimpo Celta porque según la tradición sus piedras fueron esculpidas por los antiguos celtas. No ascenderemos a su cumbre por la alta dificultad técnica que esto entraña para hacerlo en bicicleta, pero si la flanquearemos por pistas su vertiente oriental, arrancando junto a la extensa playa de Carnota, para bajar después hacia la única cascada de Europa que desemboca en el mar, que toma el nombre de la ensenada y población de Ezaro, cercanas a este salto de agua originado por el río Jallas.

16 km
DISTANCIA
Subida 450 m
Bajada 450 m
Bicicleta
1,43 puntos

Itinerario circular que tiene su inicio junto a la Colegiata del Sar y el río homónimo que marcan los límites de la ciudad de Santiago de Compostela por el este; tras cruzar la vía de circunvalación el itinerario se adentra en la gran masa forestal que tapiza los montes de San Marcos, Penedo de Vigo, y Estrapuzas, ascendiendo de esta manera hacia el barrio de San Marcos y el emblemático Monte do Gozo, lugar donde quien realiza la peregrinación por el camino jacobeo francés divisa por primera vez las torres del ansiado Obradoiro. Junto al monumento del peregrino que preside la zona alta de este lugar podremos tener una completa panorámica de la ciudad de Santiago. Las divertidas pistas que se internan entre bosques de eucaliptos, robles y praderas nos llevarán de nuevo al punto de inicio.