Campo Base del Everest

Lukla - Imja Khola - Khumbu - CB Everest - Gokyo - Lukla

Trekking
Trekking

Exigencia física

Media

Épocas recomendadas

Primavera y otoño

Rango de duración

18 días

Próximas fechas

Sin fecha de programación prevista.
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El Everest desde Kala Patar
Plaza Durbar de Katmandú
Pista de aterrizaje de Lukla
Namche Bazaar
Monjes en Tengboche
Una estupa con el Amadablam al fondo
Trekkers camino del Everest
Interior de un lodge (albergue)
Familia en Khumjung
Glaciar del Khumbu
El Everest y el Nuptse desde Kala Patar
Gorak Shep
Campo base del Everest
Cho La Pass (5.350 m)
Vista desde Gokyo Ri (5.340 m)
Tienda en Dingboche

Viaje al Techo del Mundo

El Monte Everest ha cautivado a intrépidos hombres y mujeres desde los años veinte. Las hazañas de leyendas como George Mallory, Sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay pusieron en el mapa la poderosa montaña; miles les han seguido, haciendo enormes sacrificios -muchos con sus propias vidas- en sus intentos de alcanzar la cumbre.
Hoy día, la caminata al campamento base del Everest se ha convertido en un objetivo al alcance de personas de todo tipo que quieren vislumbrar el pico más alto del mundo.
La mezcla de belleza natural, una cultura fascinante y desafío personal, así como la cálida hospitalidad de la gente de la región de Khumbu hacen de este trekking uno de los más inolvidables del mundo.

El Khumbu Himal, hogar de los Sherpas

Nuestro periplo orbita en torno al valle del Khumbu, hogar de los Sherpas, la etnia de Tenzing Norgay, que conquistó con Hillary el Everest por primera vez. Con él nació también una nueva profesión, la de guía acompañante o porteador, que pasó a ser la acepción principal de esta palabra conocida en todo el mundo.
En el Khumbu Himal se agrupan tres de los catorce ocho miles (Everest, Lhotse y Cho Oyu) además de otras impresionantes montañas de menor altitud, como el Pumori, Nuptse, Cholatse o el bellísimo Amadablam.

Tocando el cielo, a cinco mil metros de altitud

Para dar mayor interés a nuestra travesía, ascenderemos por el valle del Imja Khola (ruta normal)  y regresaremos por otro diferente, el valle de Gokyo.  La exigencia física deriva sobre todo de la gran altitud a la que llegaremos: durante varios días dormiremos a más de 4.000 m, y superararemos los 5.000 en varias etapas.
Es una altura muy considerable, y por este motivo se dormirá siempre en lodges (albergues) y no en tiendas, para descansar bien, y avanzaremos muy pausadamente, para aclimatar adecuadamente.
Que sea uno de los trekkings más populares del mundo no significa que sea sencillo; la altura pasa factura y conviene comenzarlo en las mejores condiciones físicas que nos permitan superar el fascinante reto de llegar a los pies de la montaña más alta del planeta.


Programa

Nuestro guía y organizador local Sudeep, que habla español, nos trasladará a nuestro alojamiento en Katmandú.


Regresamos al aeropuerto de Katmandú para coger el vuelo interno que nos llevará a la población el Lukla (2.850 m), punto de partida de la mayoría de los trekkings del Everest y otros picos de la zona.
Lukla no tiene acceso por carretera y cuenta con un pequeño aeropuerto en el que solo pueden operar avionetas (de unas 15 plazas) así que la experiencia del vuelo (de unos 45 min) será en sí misma muy emocionante.
En Lukla ya estará todo preparado para que los porteadores se hagan cargo de nuestras pertenencias y empezaremos este mismo día con una etapa corta hasta la población de Phakding.


Alcanzamos Namche Bazaar, sede del Parque Nacional Sagarmatha (Everest) punto de encuentro de trekkers de todo el mundo y próspera población comercial como su nombre indica; una suerte de Chamonix nepalí.


Lo más aconsejable para un día de aclimatación es hacer pequeños paseos y ganar un poco de altura, pero obviamente, también se puede descansar si es lo que deseamos. Hoy, por ejemplo, podemos subir a ver el pequeño monasterio de Khumjung y el hospital construido por Sir Edmund Hillary en la población de Khunde; una pequeña ruta circular de unos 500 m de desnivel con origen y final en Namche Bazaar.


Tengboche es una pequeña aldea en la que se encuentra un monasterio budista tibetano, el mayor “gompa” de toda la región Sherpa, una mezcla de fortificación y lugar de estudio y espiritualidad.


Dejamos atrás los frondosos bosques de rododendros y nos adentraremos en las frías praderas habitadas por los yaks salvajes, a más de 4.000 metros de altitud.


Hoy no es un día cualquiera pues nos adentramos por fin en el imponente valle del Glaciar del Khumbu, el lugar que alberga las montañas más altas del mundo.


Llega el día más esperado, el día en que estaremos lo más cerca que se puede estar de la montaña más alta del planeta sin ser un alpinista experimentado.


Dormir en Gorak Shep nos permtirá ver las primeras luces del amanecer sobre el Everest desde Kala Patthar, el mejor mirador de la montaña. Este ascenso es optativo pues retornaremos a Gorak Shep para descender el Kumbu y abandonarlo en dirección a Gokyo.


Superar el Chola Pass es probablemente el reto más importante del trekking.


La etapa más corta del trekking está dedicada a cruzar el glaciar de Ngozumba, que se encuentra totalmente recubierto de piedras, tierra y demás detritos resultado de la brutal erosión que produce sobre el terreno y que va arrastrando a su paso.


Gokyo Ri es un mirador similar al famoso Kala Pattar desde el que se puede observar rl Cho Oyu, Everest, Lhotse y Makalu. Su ascensión es opcional.


Continuamos el descendo del valle de Gokyo siguiendo el curso del río Dudh Koshi, situado algunos centenares de metros más abajo de nuestro sendero.


En esta etapa cerramos el círculo del trekking en la aldea Sanasa, situada ya muy cerca de Namche Bazaar, población que nos parecerá una gran metrópoli tras tantos días perdidos en diminutas aldeas.


Regreso a Lukla por el mismo camino por el que comenzamos el trekking, pero esta vez, uniendo las dos primeras etapas en una sola.


Regreso en avioneta a Katmandú, donde dispondremos del resto del día libre en la ciudad. El despegue de la avioneta desde la corta y empinada pista de Lukla es cuando menos emocionante.


Traslado al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso.