Los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago del Norte o Camino de la Costa entraban a pie por Irún o bien desembarcaban en los diversos puertos que jalonan esta costa, continuando así su marcha hacia Santiago desde Ribeadeo ya por el interior; sin embargo gracias a la labor de los historiadores sabemos que el Camino del Norte tiene otra variante que, desde Ribadeo, continúa recorriendo las costas cantábrica y atlántica, llega a San Andrés de Teixido, cerca del Cabo de Ortegal y desde allí sigue bordeando la costa atlántica bajando hasta Ferrol, para enlazar con el Camino Inglés hasta Santiago de Compostela. Esta variante se conoce como el "Camiño do Mar".
Esta ruta jacobea nos descubre extraordinarios y maravillosos paisajes de mar y montaña, sendas al borde de los acantilados, panorámicas inolvidables, largas playas de finas arenas y aguas transparentes, montes frondosos, espacios naturales de gran valor medioambiental, aldeas que parecen salidas de un cuento, así como un valioso patrimonio histórico-artístico, y lo mejor de todo, sus acogedoras gentes. Todo ello a golpe de pedal.
El Camiño do Mar cuenta con un recorrido de unos 275 kilómetros que dividiremos en siete etapas; los trayectos discurren por todo tipo de caminos que van desde los senderos litorales hasta las carreteras costeras asfaltadas de escaso tránsito. Las etapas tienen una media de 35 kilómetros, distancia que permite realizar los recorridos cómodamente disfrutando de las paradas e incluso aprovechando para darse un chapuzón en algunas de las numerosas playas que saldrán a nuestro pedaleo. Asimismo estaremos alojados en dos hoteles diferentes que evitarán así realizar excesivos desplazamientos a los lugares de inicio y final de cada etapa.
Tras el viaje por carretera hasta Ribadeo realizaremos esta cómoda etapa costera que desde el faro de Ribadeo, y siempre pegada a los acantilados costeros, llega hasta la río de Foz, encontrando a su paso monumentos naturales como la playa de las Catedrales.
En nuestro pedaleo desde la ría de Foz, el tramo costero hacia Burela nos depara un sinfin de ensenadas, pequeñas calas y playas e islotes que anuncian un cambio hacia una costa mucho más abrupta que culmina junto a la ría de Viveiro.
Estamos hoy en el tramo más septentrional de costa, donde el cantábrico y el atlántico se funden junto a la punta de Estaca de Bares y al cabo Ortegal, marcando ambos una sucesión de entrantes en el mar sólo rotos por las rías de Barqueiro y Ortigueira, sin duda uno de los tramos más salvajes del recorrido.
Otra de las etapas culminantes del Camiño do Mar; a un primer tramo de costa relativamente urbanizado le sigue un recorrido claramente montañoso a través de la península del Cabo Ortegal cuyo final está presidido por el emblemático lugar de San Adrés de Teixido y su leyenda "vai de morto e que non foi de vivo".
Ya en plena costa atlántica, el Camiño do Mar serpentea en esta etapa entre los acantilados, ascendiendo al monte Candeeira y visitando pueblos pesqueros como Cedeira, anclado frente a la inmensa bahía de Esteiro. El abrupto tramo costero irá dando paso poco a poco a extensos arenales y marismas.
Desde los arenales de Valdoviño ascenderemos en la etapa de hoy a la sierra de Capelada, atravesando así el valioso espacio natural de la Costa Ártabra, donde se encuentran las rocas más antiguas de la península ibérica y a su vez uno de los mayores santuarios de aves marinas y costeras.
En la última etapa nos adentraremos en la ensenada más septentrional de las conocidas "Rías Altas", finalizando en El Ferrol por un tramo costero que a pesar de estar relativamente urbanizado ha sabido conservar el carácter agreste y salvaje de la costa a través de respetuosos paseos marítimos. Tras finalizar en esta destacada fachada litoral que constituye El Ferrol, emprendermos el viaje de regreso.