Enclavado en la parte central de la Cordillera Penibética, el macizo de Sierra Nevada constituye la más extensa de las áreas montañosas ibéricas. Denominada por los árabes "Sierra del Sol", alberga no sólo una de las floras más valiosas de todo el continente europeo, sino que además esconde un rico patrimonio cultural e histórico, cuya parte más importante procede de la civilización musulmana de la que aún se conservan, por ejemplo, sofisticadas técnicas de regadío.
La Alpujarra es un paisaje inesperado, una tierra de contrastes, un mundo aparte de singular encanto, como lo ponen de manifiesto su arquitectura bereber, que sólo se da en este lugar de España.
Encajonada entre Sierra Nevada, la Sierra de Lújar, la Sierra de Gádor y el mar Mediterráneo, son tierras escarpadas, de panoramas amplios y gran diversidad natural. Moriscos, rebeldes, reyes exiliados, literatos, viajeros y evadidos de todas clases han buscado refugio y paz en estas montañas. Al recorrerlas podemos encontrar la huella de escritores y viajeros venidos de muy lejos, o el rastro de Boabdil. Pero también puede salir a a nuestro encuentro un pintor, un moderno ermitaño o una comunidad de monjes budistas.
Es el más majestuoso de los barrancos situado en el centro de la alpujarra granadina que nace en las cumbres de Sierra Nevada y está enclavado entre los pueblos de Orgiva y Portugos, con los tres pueblecitos que, en orden ascendente, Pampaneira, Bubión y Capileira, se derraman escalonadamente en sus pendientes y que constituyen un lugar mágico en cualquier época del año, siempre con Sierra Nevada como telón de fondo.
El nivel B intentará la ascensión a la cumbre más alta de la Península Ibérica, que con sus 3.481 m domina sobre los más de 20 picos que también sobrepasan los 3.000 m. Como restos de antiguas glaciaciones existen numerosas lagunas salpicadas entre las cumbres (Altera, Laguna de Aguas Verdes) así como un especial modelado de aristas, circos glaciares y valles en artesas.
Hoy será el grupo de Nivel A quien complete una bonita travesía por la Alpujarra profunda, siguiendo las marcas del GR-7 que cruzan Sierra Nevada, entre la alta Trevélez, a 1.500 m. de altitud, y la noble villa de Pitres. Mientras que el grupo de nivel B caminará bajo los gigantes Mulhacén y Veleta, disfrutando de las acequias y arroyos que llevan sus aguas hacia el barranco del río Poqueira y los bancales de los pueblos blancos.
Los pueblos que se asientan al abrigo de la Sierra de Mecina, que separa las cuencas de los ríos Guadalfeo y Trevélez, son de los pocos de la zona que aún no han sido explotados turísticamente y que, por lo tanto, conservan su arquitectura tradicional de alta montaña, así como costumbres ancestrales y vestigios que aún siguen vivos como fortificaciones, puentes romanos, fuentes milenarias e incluso alguna que otra bella cascada no modificada por la ingeniería medieval árabe; tendremos ocasión en estas cortas rutas de disfrutar de todo este espectacular entorno de la Alpujarra más antigua y olvidada, que no hay que pasar por alto.
Tras la finalización de las rutas emprenderemos viaje de regreso.