Justo en el límite entre la Montaña Central Asturiana y las Montañas de San Isidro (León) se esconden alguno de los lagos de montaña y cimas más emblemáticos de la cornisa cantábrica, que además en invierno lucen de manera especial. Hemos seleccionado dos de las mejores rutas que se pueden hacer en invierno; la ascensión a la Peña del Viento, uno de los miradores naturales más bonitos sobre el Parque Natural de Redes (Asturias) y el Valle del Porma ( León) y una ruta circular por los lagos de Isoba y Ausente.
En este rincón de la Cordillera Cantábrica localizado al nordeste de la provincia leonesa, se suceden vigorosas montañas calizas y fértiles valles al abrigo de las cuáles se esparcen numerosos, pequeños y bellos pueblos, totalmente integrados en el paisaje propio de la Montaña Leonesa occidental. Puebla de Lillo, con sus minas de talco y su torreón cilíndrico medieval, es el mayor núcleo de población de todo el valle. En el Ato Porma destaca de manera especial las cubetas glaciares situadas al abrigo de la Sierra de Sentiles o Macizo del Ausente. Nos referimos a los Lagos de Isoba y Ausente, cargados de leyendas, y desde cuyas orillas se puede admirar un vivo contraste entre grises rocas y sus aguas.
Viaje hasta la población leonesa de Puebla de Lillo (400 km) donde realizaremos una excursión con raquetas para conocer uno de los mejores bosques de las Montañas de San Isidro, los hayedos de Lillo y bosques de la Cervatina.
Hoy realizaremos una de las mejores ascensiones con raquetas que se pueden hacer en la Cordillera Cantábrica, la ascensión a la Peña del Viento (1.992 m) que nos ofrecerá una magnífica vista sobre la Montaña Central Asturiana, en especial sobre el Parque Natural de Redes y sobre las montañas del Alto Valle del Porma.
Muy cerca del Puerto de Tarna y en el corazón de los Parque Regional de los Picos de Europa asoman una serie de picos que forman la Sierra de Mongayo que conforman uno de los mejores miradores de la montaña cantábrica. En nuestro corto itinerario ascenderemos a diferentes cumbres destacando el Pico Remelende que nos ofrecerá soberbias vistas sobre las asturianas montañas de Redes, así como del macizo de los Mampodres.
Nos despediremos de las Montañas de San Isidro completando otra de sus grandes clásicas con raquetas, y que nos llevará a disfrutar de dos de sus lagos más emblemáticos, los lagos Isoba y Ausente, en especial este último, que suele estar helado en estas fechas y desde el que se puede disfrutar de una magnífica panorámica. Tras la ruta emprenderemos el viaje de regreso.