Entre Zamora, Salamanca y Portugal, los Arribes del Duero (o las arribes según dicen por allí) conforman un entorno paisajístico de un centenar de km de longitud, dominado por espectaculares farallones que ciñen el paso del río en su último trayecto castellanoleonés.
El encajonamiento del río en este tramo es impresionante. La razón hay que buscarla en el imparable declive en el que se hunde el lecho fluvial tras dejar atrás la capital zamorana, descendiendo hasta los 165 m a su paso por Saucelle (Salamanca) el lugar de menor alititud de toda Castilla-León. El contraste con su tranquilo curso anterior, a través de los grandes espacios abiertos de la meseta, no puede ser mayor. Aquí el río Duero y sus afluentes aprovechan las hendiduras dejadas por la áspera y antigua corteza de grantitos y gneises para entallar sus cauces en grandes paredones que alcanzan en varios puntos centenares de metros de altura.
No es extraño entonces, que las cascadas y saltos de agua, constituyan uno de los mayores intereses paisajísticos, sobretodo durante las estaciones húmedas. El Pozo de los Humos o la Cascada de Mámoles son enclaves de gran belleza, pero la relación de lugares interesantes resulta prolija. Y ni qué decir tiene que es el senderista el que cuenta con mayores opciones de disfrutarlos, por senderos como el GR 14 que atraviesan bosques de ribera, pueblos ribereños y alcanzan espectaculares miradores desde donde contemplar el discurrir del río a vista de pájaro.
La villa de Fermoselle, declarada conjunto histórico-artístico, es el mayor nucleo de la comarca zamorana de Sayago, situada en un paisaje de terrazas y angostas gargantas de los ríos Duero y Tormes, que confluyen a sus pies. . Entre sus atractivos destacan los restos de del recinto amurallado, la iglesia de La Asunción y las empinadas calles con casas de piedra.
Viaje hasta la población zamorana de Fermoselle (320 km) donde nos alojaremos (cena incluida).
Saldremos de la localidad de Masueco para acercarnos al Pozo de los Humos, bella cascada que provoca el río Uces poco antes de tributar sus aguas al Duero. El paisaje va variando desde los viñedos cercanos al pueblo, pasando por olivares, matorrales y monte bajo para ir descendiendo progresivamente hacia el cauce del Uces, para llegar al Pozo de los Humos en medio de un paisaje repleto de vegetación. Realizaremos el regreso, en un recorrido circular, utilizando senderos tradicionales que nos llevan de vuelta a Masueco.
Desde nuestro alojamiento en Fermoselle saldremos caminando hasta el famoso Mirador de las Escaleras. Siguiendo el camino del Ordiel llegaremos a La Fuente del Penao, después a la Ermita de Santa Cruz y finalmente, al precioso Mirador sobre el Río Duero. Tras la ruta emprenderemos el viaje de regreso.