En esta ruta que transita íntegramente por pistas forestales enlazaremos las cuencas fluviales de los ríos Borosa y Guadalquivir a través de la sierra de Guadahornillos y el amplio valle que forman las montañas que se despliegan hacia el Tranco de Beas; a pesar del desnivel a tener en cuenta, las subidas son muy progresivas y nos permitirán disfrutar de fabulosas panorámicas en el corazón de estas sierras, donde Cazorla y Segura se funden en un entramado de bosque y roca.
Partiendo de las Herrerías el itinerario sigue la pista que junto al Guadalquivir llega a su manadero en un entorno abrupto que será la nota dominante en el ascenso hacia las praderas de Navahondona, máxima cota de la ruta, pues a partir de este punto se comienza a descender paralelos a la vecina sierra del Pozoa en busca del valle de los Habares, que vuelve a desembocar muy próximo al puente de las Herrerías.
Este recorrido e inicia en el Conjunto Histórico-Artístico de La Iruela y asciende aprovechando el trazado del sendero GR 247 para tomar pronto altura sobre la campiña, proporcionando grandes vistas sobre la misma y las poblaciones de Cazorla, Iznatoraf, Villacarrillo o Peal de Becerro y Quesada. Dejando abajo Cazorla y su castillo de La Yedra, en nuestro pedaleo de ascenso observaremos el castillo de las Cinco Esquinas del siglo XII, el monasterio de Montesión, o parajes como los cortados del Chorro entre los pequeños bosquetes de pinos carrascos y encinares antes de abandonar el camino hacia el collado de Zamora y descender definitivamente a Cazorla.