El mayor macizo calcáreo de Europa Occidental fue sometido durante el cuaternario a una profunda erosión glaciar que moldeó su peculiar morfología: farallones verticales y fajas horizontales se alternan en laderas que salvan centenares de metros de altitud entre las planas cimas y el fondo de los valles. Un paisaje del que el valle de Ordesa es el mejor y mayor exponente. Descendiendo desde la base del propio Monte Perdido, forma un profundo cañón que gira casi 180 grados para unirse con el de Bujaruelo. Este paisaje se caracteriza por grandes contrastes, como la extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, y los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa cañones y barrancos.
Pocos rincones albergan una belleza tal como la que ofrecen los valles de Bujaruelo y Ordesa, si además añadimos el poder disfrutar de este magnífico rincón del Pirineo aragonés en otoño, el espectáculo está asegurado. Hayas, robles, abetos, serbales, tejos, acebos y arces dan un colorido excepcional al fondo de estos valles, haciendo aún más bonitas las rutas por el Parque Nacional de Ordesa.
Enmarcada por las enormes alturas que la rodean, Torla ha sabido conservar una rica historia y un singular patrimonio. Su casco antiguo, de raíces medievales, ha llegado hasta nuestros días en un magnífico estado de conservación y guarda joyas de la arquitectura tradicional altoaragonesa. Un paseo por sus calles es adentrarse en el más puro medievo.
Viaje a Torla (465 km), la bella localidad que es la entrada al valle de Ordesa y donde nos alojaremos.
Hoy dedicaremos el día a caminar por el que para muchos es el rincón más bello del corazón de los Pirineos: el valle de Ordesa. Son veinte kilómetros de belleza desbordada entre paredones pétreos de imponente verticalidad y circos glaciares como los de Cotatuero, Carriata y Soaso, que podremos admirar desde las dos rutas que os proponemos por este famoso valle hasta la cascada de la Cola de Caballo.
Bujaruelo es un precioso valle despoblado del Pirineo, donde nace el río Ara, que alberga un bello bosque de ribera. El grupo de nivel A disfrutará del cromatismo que en estas fechas alberga este idílico valle. Empezando en el Puente de los Navarros remontará hasta el refugio de Bujaruelo siguiendo una senda de gran belleza que nos llevará entre abedules, hayas y bosquetes de Boj para regresar por el fondo del valle caminando junto al río Ara. El grupo de nivel B remontará igualmente el valle de Bujaruelo pero extenderá la ruta con el solitario valle de Otal, paso natural hacia el Valle de Tena y que sin lugar a dudas alberga una de las zonas menos conocidas de Ordesa.
Nos despediremos de Ordesa siguiendo el camino de Turieto Bajo, una antigua vía de comunicación entre el pueblo de Torla y las bordas del valle o, lo que es lo mismo, el camino viejo para acceder a lo que hoy es la pradera de Ordesa. Tendremos hermosas panorámicas sobre el Tozal del Mallo y los murallones del Mondarruego, cuya silueta se recorta solemnemente sobre la entrada a Ordesa, la ruta discurrirá paralela al cauce de los ríos Ara y Arazas, inmersos en un mundo de cascadas y frenéticos saltos de agua. Tras la excursión, emprenderemos el viaje de regreso a Madrid.