Se mire por donde se mire, el Aspe es una montaña magnífica, un pico de esos que no podemos dejar escapar aunque lo hayamos subido en alguna otra ocasión. Las atrevidas líneas que muestra desde la vertiente norte lo hacen aparecer a primera vista como un pico inaccesible, pero la ruta por la vertiente meridional nos permite acceder hasta su cumbre de forma sencilla, por un itinerario muy interesante y variado que parte del parking de la Cleta, en el valle de Aísa.
El Parque Natural de los Valles Occidentales esta situado en el extremo noroccidental del Pirineo aragonés, colindando al norte con Francia y al oeste con Navarra. Se extiende por las cabeceras de los ríos Veral, Aragón Subordán, Osia, Estarrún y Lubierre.
Se ubica dentro de la Comarca de la Jacetania (Huesca) y se reparte entre los términos municipales de Aisa, Ansó, Aragüés del Puerto, Borau y Valle de Hecho.
Su relieve ha sido modelado por la acción de los glaciares, que esculpieron esbeltos picos al tiempo que excavaron circos y valles en forma de U, así como cubetas que darían lugar a los actuales ibones (lagos de montaña).
Viaje hasta la población aragonesa de Aisa (467 km) donde nos alojaremos (cena incluida).
El Aspe es una de las montañas más impresionantes del Pirineo Occidental formando una muralla calcárea que domina desde más de mil metros todo el circo del Aspe. Es también sin lugar a dudas la estrella del Valle de Aisa, siendo el más visitado y una de las ascensiones más directas del Pirineo.
Antes de abandonar el Pirineo aragonés ascenderemos a esta atalaya que desde muy antiguo ha tenido un carácter sagrado y que sin duda constituye un extraordinario mirador desde donde poder disfrutar no sólo del macizo central pirenaico sino también de los bosques que la rodean. Tras la ruta emprenderemos el viaje de regreso.