El Parque Nacional de Jotunheimen, en la parte meridional de Noruega, protege unas salvajes montañas que no fueron conocidas en profundidad hasta principios del siglo XIX. En 1822, los primeros exploradores las llamaron Jotunfjell -montañas de los gigantes- origen del topónimo actual Jotunheimen, que significa el hogar de los gigantes. Aún hoy es un territorio indómito en el que no hay carreteras y sólo es posible viajar por él caminando o esquiando.
Con una morfología de marcada impronta glaciar, de lagos alargados y valles en artesa, concentra más de 200 picos que rondan los 2.000 m, incluyendo los más altos de Noruega, el Galdhopiggen (2.469 m) y el Glittertind.
Las rutas que haremos no están pisadas por máquina; solo la huella de los que hayan pasado antes nos ayudará. Para hacer esta travesía necesitas un buen nivel físico y experiencia previa en Esquí de Fondo. Y sobre todo, espíritu de aventura y muchas ganas de hacer kilómetros por los maravillosos parajes de este salvaje rincón de Noruega. Llevaremos todo nuestro equipo encima así que conviene ser muy rigurosos con el peso. El hecho de no tener que transportar ni saco de dormir ni comida nos ayudará a ir ligeros.