Flandes forma junto con Valonia y la región de Bruselas el pequeño país belga; desde la Edad Media esta región se convirtió en una de las más urbanizadas de Europa, dada la intensa actividad comercial y cultural, especialmente a través de sus puertos marítimos; fue por ello un lugar codiciado, escenario de muchas batallas entre los países europeos. Hoy Flandes guarda algunos de los tesoros que han marcado su historia, tales como palacios y castillos medievales, casas gremiales, beaterios, etc. sin olvidar los campanarios y sus carrillones, verdaderos símbolos de las libertades del pueblo belga.
Pero no todo en Flandes es su rico patrimonio arquitectónico histórico y cultural, pues la gran Campiña plagada de ríos, canales y campos de verdes brillantes constituyen el lugar ideal para viajar en bicicleta; a nuestro pedaleo saldrán bellos paisajes, exuberante vegetación, una extensísima red de carriles bici, y quizá lo más importante de todo: un terreno muy llano.
Seis etapas con nuestros enseres en cómodas alforjas y alojándonos en preciosas poblaciones como Brujas, Kortrijk, Oostende, Diksmuide, Ypres y Gante, además de desplazarnos por ellas para visitar sus principales monumentos sobre nuestras bicicletas.
Una vez aterrizados en Bruselas tomaremos un autobús que en poco más de una hora y media nos dejará en la Estación de Brujas, para dirigirnos a pie al alojamiento, ubicado en el precioso casco antiguo de esta población.
El resto del día será tiempo libre para visitar esta histórica y cultural ciudad.
Al igual que las pequeñas embarcaciones que navegaban en la Edad Madia desde los tranquilos canales del interior hacia los puertos comerciales del Mar del Norte, comenzaremos nuestro periplo ciclista en nuestras silenciosas máquinas de dos ruedas hacia la Costa Central Belga, llegando hasta la ciudad portuaria y cosmopolita de Oostende, conocida por los países vecinos como “la ciudad más británica de Bélgica”.
En esta etapa llegaremos hasta uno de los lugares en los que la Primera Guerra Mundial dejó una de las más marcadas huellas de su historia; en estas apacibles, verdes y fértiles llanuras tuvieron lugar las batallas de Yser e Ypres, y en donde los famosos “Polders” o sistemas de aprovechamiento agrícola junto al mar, jugaron un papel fundamental en el desarrollo de las contiendas.
Etapa que finaliza en Ypres, ciudad que cuenta con una de las plazas principales más grandes de Europa y antaño afamado núcleo de la industria de los tapices.
Llegamos a Coetrique, ciudad que marca el límite entre las regiones oriental y occidental de Flandes. Su ubicación estratégica hizo que ya desde antiguo fuera un lugar codiciado por los vecinos países, dado que aquí se instaló una próspera industria textil; su rica historia podremos conocerla pedaleando por su casco antiguo, muy bien preservado, y donde la bicicleta ocupa un lugar preferente sobre el resto de vehículos.
Seguimos parte del curso del río más importante del país, el Lys, que con sus casi doscientos kilómetros totalmente navegables ha sido testigo de numerosos avatares de la historia de Flandes.
Tras el desayuno recorreremos hoy los escasos cincuenta kilómetros que separan Gante y la medieval Brujas, encantadora como su nombre, y en cuyas calles adoquinadas se respira el aire de antiguos mercaderes, nobles y beatas. Diversos tramos del Canal del norte serán nuestra referencia fluvial.
Por la mañana cogeremos un bus desde Brujas al aeropuerto de Bruselas pasra emprender los vuelos de regreso a los lugares de origen.