Este viaje pretende ser un compendio de los lugares más interesantes de Marruecos abarcando el Medio Atlas, el Alto Atlas y el desierto del Sahara. Una combinación de rutas para caminar, muy diferentes entre sí pero todas espectaculares, con visitas de interés cultural. Un viaje que se inicia en Fez y finaliza en Marrakech, las dos ciudades imperiales más bellas de Marruecos.
Tras la visita de Fez nos desplazaremos al Atlas Medio para conocer los bosques de cedros que cubren estas montañas de altura moderada, que junto con el Rif, constituyen el Marruecos más verde. Si no fuera por los grupos de macacos que podemos encontrar en los bosques, podríamos decir que nos encontramos en algún lugar del centro de Europa.
El Gran Sur es la parte de Marruecos situada por debajo de la Cordillera del Atlas, una gran área sub-desértica, caracterizada por la presencia de Oasis (grandes palmerales que protegen los cultivos de las zonas bajas) preciosas ciudades fortificadas (los ksar) y el límite del gran abismo que representa el desierto del Sahara.
Uno de estos límites son las dunas de Merzouga, puerta abierta al Sahara, donde pernoctaremos y haremos una ruta para conocer todos los secretos del desierto.
La tercera parte del viaje tiene como protagonista al Gran Atlas y sus espectaculares gargantas. Conoceremos hasta tres de ellas: los afamados desfiladeros del Todra y Dades, y unas muchos menos conocidas, las Gargantas de Agouti, a los pies del grandioso M’Goun, montaña de 4.070 m.
Fez es el centro cultural y religioso del país. Nada prepara al visitante para la primera visita a su medina, la más grande del mundo, que puede resultar todo un asalto para los sentidos. Algo más modesta es la medina de Marrakech, que sin embargo tiene algo que Fez no puede disputarle, la preciosa plaza Jemaa el-Fnaa, con sus puestos de comida, charlatanes y encantadores de serpientes; el auténtico centro del Sur de Marruecos.
Desde el aeropuerto nos trasladaremos a la ciudad de Fez para conocer el exterior del Palacio Real, con sus impresionantes puertas, y el cercano barrio judío (Mellah) en el que sorprenden las casas con balcones exteriores, totalmente diferentes de las casas musulmanas, siempre orientadas hacia un patio interior.
Una de estas casas, un riad tradicional con su patio interior, será nuestro alojamiento dentro de la medina Fez, auténtico plato fuerte de nuestra visita, que dejaremos para el día siguiente.
Fez el Bali, la parte antigua de Fez, es la medina más grande del mundo. No es la única medina de la ciudad, pero sí la más antigua. Contiene alguno de los más hermosos edificios de Marruecos, si es que uno es capaz de encontrarlos, porque quizás su mayor interés es que ha conservado intacta su estructura medieval de callejas, y pasadizos, algunos sin salida.
La visita guiada no dejará fuera ninguno de los lugares imprescindibles, como las famosas tintorerías de cuero y alguna de sus famosas madrassas (escuelas coránicas) y nos sumergirá en la peculiar y sugestiva atmósfera de este laberinto interior.
Tras el almuerzo en Fez nos trasladaremos a las montañas del Medio Atlas (135 km), concretamente al Lago Ouiouane, en cuyas orillas se encuentra el albergue donde pernoctaremos.
El cedro atlántico, una variedad del cedro del Líbano, es el rey absoluto de los bosques del Medio Atlas. Ya sea formando bosques puros o mezclado con otras especies como el arce o el enebro, suministra el hábitat idóneo al macaco de berbería, especie en peligro de extinción, que sin embargo no es nada difícil de ver por esos lares. Con un poco de suerte nos encontraremos con algún grupo.
Por la tarde nos desplazaremos a conocer las famosas fuentes del río Oum Rabia, el segundo más largo de Maruecos. Tras la ruta y la visita, retornaremos a nuestro albergue en el Lago de Ouiouane.
Viajar al sur al encuentro del desierto sigue siendo una pequeña aventura, porque por más que las carreteras hayan mejorado, hay que cruzar el Alto Atlas. En el viaje de 430 km dejaremos atrás los bosques de Cedros y encinas del Atlas Medio para dirigirnos a Midelt, ciudad situada a los pies del Alto Atlas Oriental e importante cruce de caminos. Al sur de Midelt cruzaremos el Alto Atlas pasando dos puertos de montaña que rozan los 2.000 m de altitud y recorreremos las Gargantas del río Ziz, hasta llegar a Er Rachidia, donde comienza la sucesión de oasis (grandes palmerales) que nos anuncian la proximidad de las grandes dunas de Merzouga, una de las puertas del Desierto del Sahara.
Reg y Erg son los dos tipos de desiertos existentes en el Sahara. El primero, de suelo duro y pedregoso, es el más abundante. El llamado "Erg" es el que responde a nuestra imagen arquetípica del desierto, es decir, el de dunas de arena. En Marruecos existen dos grandes zonas de dunas, dos grandes Ergs, el Erg Chegaga al sur de Zagora, y el Erg Chebbi, que descubriremos hoy.
Tras el desayuno viajaremos a Tinerhir (200 km), puerta de acceso a las Gargantas del Todra, en las montañas del Alto Atlas. Durante el viaje pasaremos por el pueblo de Khamlia (de origen malinés) y Rissani, famoso por su mercado, al que acuden las gentes del desierto. Nuestro alojamiento de hoy es una preciosa kasbah inmersa en el entorno del palmeral de Tinerhir, un vergel que debe su verdor a las aguas del río Todra, que riegan los campos de cultivo tras atravesar la famosa garganta que visitaremos mañana.
Las grandes paredes verticales de centenares de metros que cierran la garganta del Todra por ambos lados dan la sensación de que este territorio estuviera reservado exclusivamente a escaladores. Sin embargo no es así, pues algunos valles laterales permiten introducirse en el interior de la montaña, evitando los grandes farallones rocosos. Esto es precisamente lo que haremos en esta ruta, en la que penetraremos por un valle lateral y descenderemos por otro. A continuación, seguiremos aguas abajo el río Todra, penetrando en el palmeral, que recorreremos durante unos kilómetros.
Tras el almuerzo, que será un picnic en el palmeral al finalizar la ruta, nos trasladaremos a otra interesante zona de la cordillera del Atlas, situada a los pies del segundo macizo más alto, el Mogun (4.060 m) donde realizaremos una espectacular ruta mañana.
Bou Thrarar, donde se inicia esta ruta, es un pueblo situado en la ribera del río Asif M’Goun, que nace en el Jebel M’Goun (4.070 m), la cuarta montaña más alta de Marruecos. Este río es también famoso por ser el responsable de haber formado las Gargantas de Achabou. Esta ruta, sin embargo, transcurre por un lugar mucho menos conocido. A pocos kilómetros de dejar atrás Bou thrarar, tomamos un afluente del río llamado Assif el Qati, que riega los campos de cultivo del pueblo de Aznag y aguas arriba ha moldeado un precioso desfiladero de paredes rojas y anaranjadas, denominadas las Gargantas de Agouti (o Lhout). Tras dejar atrás el estrecho, el valle se vuelve a abrir y se llega al pueblo de Alemdoun, donde finaliza la ruta.
Tras la ruta continuamos viaje por el afamado Valle de las Rosas, que descenderemos siguiendo el curso del río Asif M’Goun. Este valle de espléndido verdor, enclavado a los pies de un cañón de tintes ocres, ofrece un espectáculo de absoluta belleza y forma parte de los parajes más importantes de Marruecos.
En Kalat M’Gouna finaliza el Valle de las Rosas y se accede a la carretera principal que se dirige a Ouarzazate, que forma parte de la denominada ruta de las Kasbas, y que seguiremos hasta el pueblo de Ait Ben Haddou, donde pernoctaremos.
Esta ksar o pueblo fortificado es el lugar más cinematográfico de Marruecos. La lista de películas aquí filmadas es interminable, pero baste mencionar como ejemplo Lawrence de Arabia, Gladiator, El Cielo Protector, y la más reciente, la serie Juego de Tronos.Tras la visita continuaremos viaje a Marrakech, atravesando el Atlas de nuevo por paso de Tizi’n Tichka. En Marrakech también nos alojaremos en un riad tradicional y podremos visitar la ciudad libremente, pues al contrario que Fez, la medina no es tan laberíntica.
Mañana para continuar la visita libre de Marrakech hasta las horas previstas para el vuelo de regreso.