La vía ferrata discurre por el estrecho desfiladero de la Canaleja de Silanes. Es de nivel K3. Cuenta con dos puentes nepalís de 2 y 4 metros y una pasarela de madera de 8 metros que cruza el curso de agua.
La vía ferrata tiene dos escapes para hacer más accesible su itinerario. El primero antes de la pasarela y el segundo antes del paso estrella un corto péndulo volado.
La vía cuenta también con un tramo K4 que debido a su inauguración reciente todavía no está demasiado limpia por la excesiva vegetación. En cualquier caso, es un añadido interesante.
El recorrido de la vía ferrata pasa al filo de una cresta. Sólo hay las grapas imprescindibles, tenemos que usar la roca para avanzar casi siempre, eso sí, siempre hay buenas presas. Es como escalar una cresta de poca altura asegurado con un cable de vida en todo momento. Pero hay muchos pasos aéreos y pasos a caballo.
Hay escapes en los inicios de los tramos y también se puede escapar de la cresta en casi en cualquier momento hacia derecha rapelando con una cuerda de 30 m.
La instalación es de primera, cables y químicos de acero inoxidable y grapas gruesas y sólidas. Es más, han hecho un trabajo de saneamiento de la roca y de vegetación excelente.
Texto extraído de Rockjumper
Esta vía ferrata tiene una longitud de 500 metros y consta de una primera travesía por una pared vertical en continuo ascenso de unos 200 metros con bastante exigencia física (desplomes y pasos largos y complicados), tres puentes de cables, dos de 45 metros y uno de 8 metros con bastante exigencia psicológica, y un largo descenso vertical de unos 100 metros también bastante exigente.
Está catalogada como K5 (muy difícil) y recomendada para ferrateros con amplia experiencia y buena forma física y agilidad.
Tiene muy pocos descansos, pero dispone de dos escapes antes de los puentes.