La provincia de Castellón tiene un ramillete de ferratas caracterizadas por ser vías de corta aproximación y también de recorrido, pero no por ello son menos interesantes, pues cuentan con numerosos Puentes y Tirolinas y están situadas en lugares pintorescos.
Hemos elegido las que a nuestro juicio son las más interesantes, La Muela y la Roca Figueral, situadas al norte de la provincia, dejando en reserva la curiosa ferrata de la cantera de Vilavella, al sur de la provincia.
Ninguna de las ferratas castellonenses supera el grado K3, pero ya en tierras valencianas, encontramos muy a mano la espléndida ferrata de la Mulatica (K4), con la que cerraremos el viaje.
Viaje a la localidad castellonense de Vall d'Alba (450 km), donde nos alojaremos en un hotel rural con piscina.
Para este primer día tenemos previstas dos ferratas de nivel K3 y una tercera (la cantera de Vilavella) que la dejaremos como opción o en reserva.
La primera de ellas, la ferrata del Roc Figueral, puede llevar a engaño pues a priori parece una vía muy fácil, dados sus escasos 40 metros de desnivel, sin embargo el hecho de subir totalmente vertical y de disponer de un par de pasos "comprometidos" le sube el listón notablemente siempre sin salir de ferrata apta para la iniciación.
La Muela de Villahermosa es una ferrata bastante vertical, con abundante equipación, con un tramo final muy aéreo y unas vistas del Barranco de la Hoz preciosas.
En la población valenciana de Andilla, cerca de la Fuente del Señor y con la peculiaridad de la roca de rodeno, encontramos esta intensa vía ferrata, con pasos bonitos y deportivos en un entorno espectacular.
Tras la ferrata emprenderemos el viaje de regreso.