Elba y la Toscana
Travesía integral de Elba - San Gimignano - Volterra - Siena
Senderismo
Cultura
Exigencia física
Baja / MediaÉpocas recomendadas
TodasRango de duración
9 días
La Isla de Elba y La Toscana.
Este viaje a la Toscana está centrado en la preciosa isla de Elba, con la particularidad adicional de que cruzaremos la isla en cuatro etapas como si fuera un trekking, pero regresando a dormir al hotel al final de cada una de ellas, evitando así tener que cargar con mochilas pesadas.
La segunda parte del viaje nos llevará a conocer la campiña toscana y algunas de sus poblaciones más bellas, como son Siena, San Gimigniano o Volterra.
Elba, la Perla de Venus.
La leyenda cuenta que Venus Tirrénica rompió su diadema de perlas al emerger en el mar Tirreno, y que de las perlas desprendidas surgieron las siete islas que componen el archipiélago Toscano.
Atraídos por sus calas de aguas transparentes y por los coloristas fondos marinos tan apreciados por los submarinistas, muchos turistas pasan sus vacaciones en la Isola d’Elba sin prestar mucha atención a los paisajes, la historia y la cultura que se esconde en el interior.
Sumergidos en la perfumada vegetación mediterránea pasamos de los colores rojos y negros de la antigua zona minera en la Elba oriental, al más claro paisaje granítico del macizo del Monte Capanne (1.018 m) en el extremo occidental. La Isla de Elba, junto con las otras seis islas cercanas, forma parte del Parco Nazionale dell’Arcipelago Toscano, de origen volcánico. Nuestro trekking nos llevará a conocer los rincones más bellos de esta isla, entre el Capo Vita y la Punta Nera.
La travesía integral de la Isla.
Durante cuatro jornadas recorreremos todo el espinazo montañoso de Elba, regresando cada día al punto donde finalizamos el día anterior, por lo que al acabar, podremos decir con toda justicia, que nos hemos recorrido la isla de Elba de punta a punta.
Programa
Desde el aeropuerto de Pisa nos trasladaremos hacia a la costa del Mar de Liguria, concretamente hasta la población de Piombino (1 h 15) donde tomaremos un Ferry con destino a la Isla de Elba (una hora de navegación)
Tras el viaje visitaremos la ciudad de Portoferraio, famoso por su puerto donde a primera hora y al atardecer la gente regatea con los pescadores que recién acaban de traer sus pescados. Posibilidad de baño.
En las proximidades del pueblo de Cavo, el pueblo más oriental de la isla y el más cercano al continente, parte el famoso recorrido del trekking de la Diadema de Venus, un camino balizado que atraviesa toda la isla de Elba.
Hoy nos espera la etapa más solitaria del trekking. Desde las proximidades de Porto Azzurro reiniciaremos nuestra travesía que nos llevará en principio entre viñedos, romeros, genistas y encinas hasta ascender el Monte Orello (385 m) desde donde divisaremos el Golfo de Portoferraio y al sur los golfos de Lacona y de Stella.
Hoy cruzaremos una de las zonas más ricas de la isla en yacimientos arqueológicos, no en vano aún es posible encontrar fortalezas, torres vigía y columnas abandonadas de más de diez metros de altura en las canteras de la zona.
Tras la ruta regresaremos a Porto Ferraio donde tomaremos el ferry con dirección a Piombino desde donde nos trasladaremos a San Gimignano, otra de las poblaciones ilustres de la Toscana, situada entre Siena y Florencia.
Jornada dividida en dos partes. Por la mañana caminaremos por el entorno de San Gimignano para conocer su campiña y las bellas panorámicas que ofrece esta población y por la tarde la población de Volterra, corazón de la Toscana cerealista, donde cenaremos.
La bella ciudad de Siena tiene un encanto medieval que le otorgan sus numerosos monumentos. Su famoso Palazzo Publico, desde donde se avista un mar de tejados rojos que se entrelazan con un paisaje de sinuosos callejones empinados de piedra. Su catedral, del siglo XIII, es una maravilla de suelos de mármol e impresionantes obras de arte. Y sobre todo, su Piazza del campo, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Regresaremos con tiempo suficiente para disfrutar del atardecer en San Gimignano, situada en lo alto de una colina y pasear con pausa por sus genuinas calles de marcado carácter medieval.