Este viaje pretende ser una presentación del Norte de Marruecos combinando rutas en el desconocido Medio Atlas y la exuberante cordillera del Rif, con visitas de interés cultural como las ciudades imperiales de Fez y Meknés, las ruinas romanas de Volubilis y la preciosa medina de Chaouen.
Chapuen (o Chefchaouen) es uno de los mayores atractivos del Rif Occidental, una pequeña ciudad llena de encanto situada sobre la ladera de una montaña y fundada por los musulmanes expulsados de Al-Andalus. Las dos primeras noches del viaje nos alojaremos en su preciosa medina, que podremos conocer a fondo, y dedicaremos dos jornadas a recorrer dos de las gargantas más bellas del Rif.
Seguiremos el viaje en Fez y su medina, la más grande del mundo, y después nos desplazaremos al Atlas Medio para conocer los bosques de cedros que cubren estas montañas de altura moderada, que junto con el Rif, constituyen el Marruecos más verde. Aquí estaremos alojados en un acogedor albergue a orillas del Lago Ouiouane. Si no fuera por los grupos de macacos que podemos encontrar en los bosques, podríamos decir que nos encontramos en algún lugar del norte de Europa.
Camino de regreso a Tánger nos detendremos a visitar Meknés, la menor de las ciudades imperiales marroquís, más tranquila y apacible, y pasaremos la última noche en Tánger, la ciudad marroquí más abierta a Europa, con una mezcla cultural muy interesante.
Tras nuestra llegada a Tánger emprenderemos viaje por carretera hacia Chaouen (unas dos horas) donde dispondremos del resto del día para visitar la medina de esta encantadora ciudad, con sus coloridas calles encaladas y pintadas de azul.
Noche en riad (alojamiento tradicional) en la medina de Chaouen.
Hoy vamos a realizar una de las rutas más espectaculares del Rif, la garganta que forma el río Kelaa y la cascada que tiene en su cabacero, por un camino muy entretenido en el que habrá que cruzar muchas veces el río.
Tras regresar a Chaouen, dispondremos de la tarde para seguir descubriendo rincones de la medina.
Noche en riad en Chaouen.
El Oued Laou es un corto pero importante río que desemboca en el Mediterráneo en el pueblo del mismo nombre. En su curso parte en dos mitades el Rif occidental y labra un bonito desfiladero por el que transcurre nuestra segunda ruta en el Rif. Tras la ruta y el almuerzo emprenderemos el viaje a Fez (200 km, 4 horas).
Noche en riad en Fez.
Jornada enteramente dedicada a Fez. Comenzaremos por su famosa medina, la más grande del mundo, que contiene algunos de los más hermosos edificios de Marruecos, si es que uno es capaz de encontrarlos, porque quizás su mayor interés es que ha conservado intacta su estructura medieval de callejas, y pasadizos, algunos sin salida.
La visita guiada no dejará fuera ninguno de los lugares imprescindibles, como las famosas tintorerías de cuero y alguna de sus famosas madrassas (escuelas coránicas) y nos sumergirá en la peculiar y sugestiva atmósfera de este laberinto interior.
Por la tarde nos acercaremos a conocer el barrio judío, que conserva hermosos edificios balconados.
Noche en riad en Fez.
Tras el desayuno nos trasladaremos a las montañas del Medio Atlas (135 km), concretamente al entorno de la fomasa población de Ifrane, la llamada Suiza marroquí. En efecto, las frescas temperaturas que se disfrutan y el verdor del entorno han hecho de Ifrane un destino codiciado por las familias marroquíes más adineradas. Más allá de las residencias de lujo se encuentra Zahouia Ifrane, una pequeña y modesta aldea con un entorno verdaderamente impactante de paredes y cascadas. Aquí comenzaremos una ruta (la más larga del viaje) que nos llevará al Lago Ouiouane, donde nos alojaremos en el albergue propiedad de nuestro guía Balmekki y donde nos sentiremos como en casa
Noche en el albergue de Ouiouane.
El cedro atlántico, una variedad del cedro del Líbano, es el rey absoluto de los bosques del Medio Atlas. Ya sea formando bosques puros o mezclado con otras especies como el arce o el enebro, suministra el hábitat idóneo al macaco de berbería, especie en peligro de extinción, que sin embargo no es nada difícil de ver por esos lares. Con un poco de suerte nos encontraremos con algún grupo.
Por la tarde conoceremos las famosas fuentes del río Oum Rabia, el segundo más largo de Maruecos.
Noche en el albergue de Ouiouane.
De regreso a Tánger nos detendremos a visitar Meknés (o Mequinez) una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, y aunque sea la más modesta de ellas, es precisamente esta circunstancia la que hace de ella un lugar diferente, más tranquila y relajada que Marrakech, Fez o Rabat. Tras la visita y el almuerzo en Meknés continuaremos viaje a Tánger (350 km, 4 horas) por la autopista de Rabat y la costa atlántica.
Noche en hotel en Tánger.
Dependiendo del vuelo elegido, dispondrás de unas hora para visitar Tánger, la ciudad más cosmopolita de Marruecos, refugio de escritores y artistas. A la hora adecuada, nos trasladaremos al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso.