Hoy nos espera una de las grandes clásicas de las montañas guipuzcoanas, la ruta que enlaza las cimas del Txindoki y el Pico Uarrain. Empezaremos la ascensión junto a la ermita de Larraitz, desde donde una senda nos llevará de forma bastante directa por las campas que rodean los desplomes rocosos del Larrunari (como se conoce también al Txindoki). Tras alcanzar la vertiente sur del Txindoki y ya en constante subida, dejaremos atrás la fuente de Oria y las bordas de Beltzulegi hasta alcanzar el collado de Egural. Ante nosotros se alza la imponente pirámide cimera, que remontamos por una senda perfectamente marcada; primero, por terreno herboso, y luego, sobre piedra caliza, hasta al cumbre. Las vistas sobre el Aizkorri y los pastizales de Aralar hacen olvidar el esfuerzo. Regresaremos hasta el collado de Egural para subir por magníficos pastizales de Artubi hasta la cima del Pico Uarrain (1.346 m), que nos ofrecerá unas soberbias vistas sobre Aralar y el Monte Ganboa. Desde aquí recorreremos el cordal que lo une con el Pico Gañeta (1.315 m) desde donde descenderemos hacia el Dolmen de Saltarri en primer lugar y después hasta la ermita de Larraitz.
La ruta parte desde el emblemático Santuario de Nª Sª de Arantzazu, patrona de Guipúzkoa; el delicioso ascenso entre hayedos dará paso a campas alpinas que nos permitirán divisar la cresta rocosa del Aitxuri y Aketegui, que con sus más de 1.500 m. de altitud se alzan como las mayores alturas del País Vasco; a ellas ascenderemos sin problemas, siguiendo la senda que trepa bajo los cortados rocosos; las formidables vistas sobre el valle de Oñati, entre otros razones, justifican sobradamente el ascenso. Tras el deleite de la cima, descenderemos de nuevo hacia las campas de Urbia donde se encuentra un refugio en el que es posible comer y degustar algunos de los productos más famosos de la zona a la vez que escuchar música tradicional. Tras el descanso regresaremos hasta el Monasterio de Arantzazu, si el tiempo acompaña por el Barranco de Urkullu, sino por el hayedo Erroitegi, completando así una magnífica ruta circular.
Nos trasladaremos hasta el monasterio de Nuestra Señora de Arantzazu, patrona de Guipúzcoa, y situado en uno de los rincones más bellos de Euskadi. Dejaremos atrás el monasterio para ganar altura poco a poco, siguiendo las marcas del GR-34 que nos llevarán en primer lugar hasta los caseríos de Unaimendi, con el Hayedo de Arantzazu a nuestros pies, y posteriormente hasta la base de la Sierra de Aizkorri, donde destacan los colosos calizos del Aitxuri y Aketegui, que con sus 1551 y 1548 metros son los techos del País Vasco. Tras el deleite de las vistas descenderemos hasta las Campas de Urbia, donde se encuentra un refugio en el que es posible comer y degustar algunos de los productos más famosos de la zona a la vez que escuchar música tradicional. Tras el descanso descenderemos por el bucólico hayedo de Erroitegi hasta el Monasterio de Arantzazu.
Esta ruta, a caballo entre las sierras de Aizkorri y Altzania, comienza en el Alto de Otzaurte, donde el GR 12 nos conducirá hasta el collado de Beunda, rodeados de hayedos que conforman la gran masa forestal de los macizo de Aizkorri y Altzania. Continuaremos hasta alcanzar el paso de San Adrián que desde lejanos tiempos ha unido la vertiente cantábrica con la Llanada Alavesa y el resto de la Península Ibérica, en este paso se encuentra la ermita de San Adrián. Si el tiempo lo permite ascenderemos hasta la cima del Monte Unamendi que nos brindará magníficas vistas del macizo de Aizkorri de la Peña de Aratz, referente de los caminantes que han cruzado estas tierras al verse y distinguirse desde la lejanía con su forma de volcán de color gris. Bordearemos el Monte Aratz por su vertiente oeste para descender por pastizales hasta el pueblo de Araia, completando así una preciosa travesía.