El Mediterráneo alberga miles de islas, pero sólo una es la de Afrodita. La antigua diosa griega del amor, consideró Chipre su hogar. La tercera isla más grande del Mediterráneo guarda en su interior, entre las magníficas montañas de Troodos, pintorescos pueblos donde aparecen iglesias y monasterios repletos de iconos y frescos bizantinos, únicos en el mundo. Mientras que en su resplandeciente costa, con playas que están consideradas como las más limpias de Europa, aparece un fascinante paisaje de colinas de viñedos sobre el mar.
Con un corazón montañoso y verde, y una costa con lugares tan mágicos como la Península de Akamas, Chipre es una isla hermosa, pero ¡hay tantas en el Mediterráneo!
Sin embargo dos cosas hace especial a Chipre. La primera, que no es un destino turístico afamado y masivo. La segunda y más importante, su magnífico patrimonio cultural. Ya solo el conjunto de iglesias bizantinas declaradas Patrimonio Mundial justificaría el viaje. Espectaculares ruinas grecorromanas, fortalezas medievales, las misteriosas Tumbas de los Reyes de Pafos, villas romanas, etc. La lista de tesoros es infinita y dedicaremos buena parte de nuestro viaje a esta parte cultural.
Aquí las guerras e invasiones no son solo temas para historiadores o arqueológos, pues los chipriotas viven inmersos en un conflicto que no ha finalizado.
Chipre dejó de ser colonia británica en 1959 y hasta 1974 tuvo un gobierno en el que estaban representadas las dos comunidades, grecochipriotas y turcochipriotas, éstos últimos minoritarios. En el 74 hubo un intento de golpe de estado de los partidarios de integrar Chipre en Grecia y la respuesta turca fue la invasión del norte de la isla.
La guerra no duró mucho gracias a la intervención de la ONU, que creó una "zona de amortiguamiento" entre ambas partes y con el tiempo, la naturaleza ha ido tomando posesión de esta tierra de nadie, que los chipriotas llaman coloquialmente la Línea Verde.
Un conflicto que creó miles de desplazados y que, afortunadamente, parece estar en visos de una solución próxima que permita la reunificación.
Una vez en el aeropuerto internacional de Larnaka, nos trasladaremos a nuestro hotel en Limasol (45 min)
Ruta por los exuberantes bosques de las montañas de Troodos hasta las cascadas de Kaledonia. Por la tarde visitaremos el Monasterio de la Santa Cruz, en la pintoresca población de Omodos, y para terminar la Iglesia bizantina de Panagia Asinou, que contiene algunas de las mejores pinturas murales de la isla.
El Parque Nacional de la Península de Akamas alberga alguno de los rincones más bonitos de Chipre. La ruta comienza y finaliza en los Baños de Afrodita, una piscina natural emplazada en una gruta, que según dice la leyenda, fue el lugar donde la diosa Afrodita solía tomar sus baños de belleza. Tras el recorrido dispondremos de tiempo libre para bañarnos en las aguas turquesas del mar.
Por la tarde visitaremos uno de los lugares imprescindibles de Chipre, las Tumbas de los Reyes de Pafos y su castillo.
Ruta circular por uno de los bosques de cedros mejor conservados de las Montañas de Troodos. Continuaremos visitando otras dos iglesias reconocidas por la Unesco en las Montañas de Troodos, Stavros Tou Agiasmati y Panagia Tou Araka, que albergan frescos del s. XII. Finalizaremos el día visitando la bonita población de Agros, conocido por sus cultivos de rosas.
Nicosia es la capital de la Repúbila de Chipre y de la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre. La Línea Verde que parte todo el país se manifiesta aquí con todo su dramatismo, con calles cortadas con bidones apilados, formando un sui géneris Muro de Berlín.
Historia antigua y moderna se dan cita en su encantador casco antiguo, delimitado por su famosa muralla veneciana. Visitaremos tanto en la parte griega como la turca (llamada Lefkosia en turco), sin dejar de lado el interesantísimo Museo de Chipre y la antigua catedral convertida en mezquita.
Jornada dedicada a la parte turca de Chipre, la menos conocida y más aíslada debido a su falta de reconocimiento internacional. Tras pasar el check-point de la Línea Verde, nos adentraremos en las montañas de Pentadaktylos, que comprende la mitad occidental de la Cordillera de Kyrenia, la cadena que recorre toda la costa septentrional, famosa por sus numerosos castillos y monasterios. Haremos una pequeña ruta a pie y recorreremos en la furgoneta una parte de la costa para conocer los lugares más interesantes.
Hemos dejado para nuestro último día en Chipre la visita al Valle de Platy, que alberga una de las zonas naturales mejor conservadas del interior del país con una rica y variada vegetación. Completaremos el día visitando el Monasterio de Kykkos, el mayor y más conocido de la isla.