Tras la corta ruta anterior y comer en el impresionante y misterioso hayedo del altiplano de Trepitò, aprovecharemos para cambiar de vertiente, adentrándonos en la abrupta y boscosa ladera oeste del Aspromonte, para visitar alguna de sus cascadas más señeras, como son las del Torrente Barvi, uno de los más conocidos del Parque Nacional, por donde se precipitan sus aguas formando las Cascadas de Galasia, a las que llegaremos atravesando un denso bosque con lianas colgantes y un suelo completamente tapizado de hojas y musgos.