Hoy vamos a conocer el corazón de Urbasa, sus hayedos, sus dolinas y acantilados. Seguiremos un cuidado camino que nos adentrará en el famoso “hayedo encantado”, un bosque de gran belleza que cuenta con formaciones rocosas de caprichosas y curiosas formas. Continuaremos hasta el Pico Urbasa, que hace de magnífico mirador sobre los hayedos de Izalti, Urbasa, y las vecinas sierras de Aralar y Aitzgorri. Continuaremos nuestra ruta disfrutando de los acantilados que se precipitan sobre el valle del río Arakil, pasando por el karst de Armalia, entre dolinas y hayas que nos acompañarán hasta el final de la ruta.
Comenzamos la ruta desde el Centro de Interpretación del Parque Natural del Gorbeia, en Sarria, para disfrutar del mejor hayedo de Álava, completando una magnífica ruta circular a los pies del Monte Gorbea. El río Baias marca el inicio y dirección la dirección a seguir. Pronto llegamos a un precioso puente de piedra, el puente de las Higas, y más adelante una casa solitaria.
Comienza un suave ascenso, entre robles. Seguimos entre senderos y pista y dejamos de lado la senda altube hasta coronar el alto del Monte Burbona, donde ya comenzamos a descender, siguiendo en todo momento los puntos amarillos que marcan esta relajante ruta.
Desde el puerto de Herrera la ruta asciende por el sendero PR que da acceso a las innumerables escaleras bajo la cima del pico San León, cuya cima y cresterío ofrece espectaculares panorámicas e impresionantes contrastes entre las vertientes alavesa y riojana de estas montañas; descendemos luego hacia la Cueva de San León para seguir por debajo de la línea de cumbres que llega hasta el monte Aitzabal, regresando al pueto por el mismo itinerario, con pequeñas variantes a través de las numerosas sendas.
Este tradicional punto de referencia del montañismo vasco es uno de los cinco “montes bocineros” de Vizcaya (que comparte con territorio alavés) desde donde se convocaban a Juntas Generales mediante hogueras y el toque de cuernos. Su bonanza en el ascenso por todas las vertientes ha contribuido a la popularidad de esta cima, eligiendo en esta ocasión su ladera meridional que desde las proximidades de Murúa (615 m) asciende por hayedos, robledales y pastizales hasta esta alomada atalaya presidida por una gran cruz.